jueves, 20 de septiembre de 2007

ARTICULO SOBRE CAMPO ONADO, EL COMERCIO, SEPTIEMBRE 20, 2007

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Una ola de juicios paró la fuente de dinero de la AGD en Venezuela

9/20/2007

Redacción Judicial

La Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) tiene su gallina de los huevos de oro en Venezuela. Es el campo petrolero Onado, ubicado en el estado de Monagas, al nororiente de ese santuario petrolero.

La AGD calcula que entre 1999 y el 2006, el Ecuador recibió USD 31 millones de dólares como pago de los servicios a petróleos a la estatal de Venezuela, según su actual gerente Gloria Sabando.

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socios tiene en el campo. El Popular (AGD) tiene el 8,3 de acciones.

Sin embargo, esa fuente de petrodólares se bloqueó desde abril del año pasado (ver recuadro). Actualmente, la Agencia afronta varios juicios de ex clientes del Banco Popular y otros procesos más por el no pago de impuestos al Gobierno de Venezuela.

En 1999, la AGD no se percató que ese campo –que incluye 38 pozos- era parte de los bienes incautados al ex gerente del Banco Popular, Nicolás Landes, preso en el ex penal García Moreno.

Un año después, la entidad consiguió que Pdvsa (la poderosa estatal de petróleos de Venezuela) reconozca al Banco Popular como el propietario del 16% de las acciones del campo petrolero.

Desde su celda en el ex penal, Landes recuerda que, dos años antes, Fivenez, un banco venezolano que forma parte del grupo Ceval, de su propiedad, adquirió esos derechos. Primero tenía el 14% de acciones, meses después subió su participación en dos puntos. Los socios eran Compañía General de Petróleos, Korea Petroleum y Carmanah Resources.

Fivenez transfirió el paquete accionario al Popular por USD 22 millones. En 1999 se produjo la crisis bancaria y esa propiedad estuvo a punto de perderse en los libros contables, donde constaba con valor cero.

Fernando Armendáris, ex liquidador del Popular, revertió ese olvido y la gallina nuevamente empezó a dar sus huevos a la AGD. En el 2002, Carmanah Resources salió del negocio y los tres socios restantes aumentaron sus acciones. El Banco Popular (AGD para ese entonces) obtuvo el 20,85% del campo.

El negocio era jugoso. Para el 2004, la producción superó los 4 000 barriles diarios y precio del crudo subió a los USD 35 por barril. Desde el 2000 hasta el 2004, la Agencia recibió entre USD 15 y 18 millones en ganancia, asegura un ex asesor de la entidad, quien pidió no revelar su identidad.

Un informe de la Agencia, fechado julio del 2004, lo confirma. En el documento se lee que Armendáriz reversó (devolvió) el 50% de la provisión (USD 11 millones) para que la propiedad adquiera nuevamente un valor en los libros de contabilidad.

Con el resto –dice el ex asesor- se pagó a los ahorristas, se dejó una parte en la cuenta del campo y sobró dinero, que nadie sabe explicar dónde está.

Ese mismo informe señala que el precio del campo es mayor a los 11 millones, pues se comprobó que tiene reservas confirmadas de 60 millones de barriles de petróleo y posibles de más de 80 millones. Además, su crudo es de alta calidad, de 38 a 39 grados API (American Petroleum Institute).

Iván Bedoya, experto en petróleos, al comparar el campo Onado con un ecuatoriano, dice que por reservas es similar al del Cuyabeno, con una gran diferencia de calidad. “Es un crudo de muy buena calidad. Nuestro petróleo tiene 24 grados API. Este momento, el crudo con 40 grados es vendido en USD 74, pero el nuestro tiene un castigo de USD 11. Cualquiera quisiera tener ese campo”.

Pero la bonanza empezó a desmoronarse los dos siguientes años. Por una parte, el gobierno de Hugo Chávez renegoció el contrato de explotación. En la Gaceta Oficial de Venezuela del 24 de noviembre del 2006, se confirmó el cambio del paquete accionario. Por esa transacción, la AGD perdió el 12%. Actualmente tiene el 8,3%, según certifica el presidente de Pdvsa, Eulogio del Pino, en una carta del 30 de marzo pasado.

Esa acción dio surgimiento a la empresa Petronado. La ex gerenta de la Agencia, Alejandra Cantos, en su carta de renuncia califica el caso Onado como “complejo”. Textualmente, dice: “la situación jurídica está por definirse por el cambio de legislación en Venezuela”. Y asegura que su administración tuvo que sanear deudas.

Landes sostiene que es ilógico que se tenga que pagar deudas, pues en los últimos tres años el precio del petróleo se disparó y la producción de Onado aumentó.

En la AGD, la visión no es tan positiva. El asesor jurídico, Oswaldo Padilla, señala que tuvieron que invertir 25 millones en producción y en juicios. Además, no se conoce cuánto llegará en la rendición de cuentas de la nueva empresa Petronado, programada para finales de octubre.

“Hay un saldo que está congelado por el caso de Solidez... No tengo la idea de cuánto recibiremos, no hemos puesto plata y por eso tendremos menos ganancias”. Pero está confiado de que la ganancia sea mayor que la pérdida.

Sobre el proceso por el no pago de impuestos, asegura que lograron cumplir con los pagos, pero que faltan unos últimos detalles para estar al día con Venezuela

Una comisión de la AGD viajará a Venezuela. Según Sabando, la intención a futuro sería liquidar el Popular, y con él, Onado, pues la Agencia no nació para administrar bienes de los ex banqueros… así sean una gallina de oro.

El candado legal del Solidez

Un grupo de clientes del Fideicomiso Solidez mantiene nueve litigios judiciales en contra de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD). Estos procesos impiden la enajenación de bienes y la entrega de otros recursos por parte del Campo Onado.

Según la abogada de este grupo (quien pidió que no se publique su nombre), la medida se tomó porque la Agencia se negó a devolverles su inversión. A pesar de tener informes favorables del Tribunal Constitucional, de la Superintencia de Bancos y de la propia AGD, los cuales reconocen a los integrantes del Fideicomiso Solidez como parte de las personas a las cuales tenían que devolverles su dinero invertido en el Popular.

Actualmente, son parte de ese fideicomiso 350 personas y la deuda llega a los USD 23 millones. Dentro de los procesos judiciales en contra de la Agencia de Garantía de Depósitos se alista una audiencia la próxima semana.

Esta diligencia tiene el propósito de que se exhiba la contabilidad de la AGD y saber en qué se gastó el dinero del campo Onado.

La deuda de Landes

La actual directora de la AGD, Gloria Sabando, dice que no conoce en detalle del caso de Onado. Asegura que el dinero sirvió para pagar a los cuenta ahorristas, pero que Landes mantiene una deuda de USD 54 millones.

En la carta de renuncia de Alejandra Cantos se señala que otra propiedad del ex banquero fue vendida. Se trata de la termoeléctrica de Cartagena y el trato fue por USD 18 millones.

Además, se asegura que esa decisión se tomó por los juicios por impago a los trabajadores y otros procesos jurídicos.


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