Revista HAVRE octubre - noviembre 2007
Autor: Desde Colombia, Cecilia Méndez Fotógrafo: Pastor Virviescas
Tomamos el avión en Bogotá y en cuarenta minutos, aterrizamos en Bucaramanga. Un taxista parlanchín nos lleva a. Ruitoque, una meseta al sur de la ciudad. Llegamos a una casa en forma dé cabaña y vemos una hamaca en la terraza. Nos recibe Alberto Donadío, un escritor que critica a Colombia y defiende al Ecuador. Hace cinco años, aboga por más de 700 ecuatorianos que son víctimas del Gobierno colombiano. Entramos a la casa atestada de libros. Es la casa de dos escritores, Alberto y su esposa, Silvia Galvis, novelista y periodista, a quien la revista Semana escogió hace dos años como una de las 100 mujeres más importantes de la historia de Colombia.
Alberto es abogado y periodista. Fue, con Daniel Samper, uno de los primeros periodistas investigativos del país, hace 35 años. Su especialidad es destapar escándalos y llevar al banquillo a los poderosos. Ha escrito diez libros.
¿ Quiénes son los ecuatorianos a los que defiende?
“Hagamos un ejercicio, dejemos de lado nombres porque la esencia no cambia. Digamos solamente que es la gente de un banco que fue muy popular en el Ecuador. En 1999, el Gobierno colombiano anunció a los cuatro vientos que un banco ecuatoriano se había robado casi 200 millones de dólares de impuestos y de dinero de clientes en su filial colombiana. Una acusación oficial como esa causa la caída de cualquier banco. De entrada algo huele mal. Al Gobierno colombiano no le corresponde acusar a bancos ecuatorianos, eso solamente pueden hacerlo las autoridades del Ecuador, sean ciertos o falsos los cargos”.
¿Pero, los cargos eran ciertos o falsos?
“Eran falsos. Hoy se sabe eso hasta la saciedad porque ambos bancos, el que era muy popular y su filial en Colombia, devolvieron todo el dinero a los clientes. Colombia metió las narices en asuntos internos del Ecuador. El caso es muy grave porque desde el principio se sabía que la acusación era falsa. Hubo un montaje político para acusar agente inocente”.
¿Quiénes son los que usted defiende?
“Son unos 700 ecuatorianos que trabajaban en el banco, más sus dueños y cabezas directivas. Todos fueron golpeados, hay muchos dramas humanos detrás de la injusticia que cometió el Gobierno colombiano, pues les robó su buen nombre, su trabajo, su patrimonio, su tranquilidad. Fue una infamia del Gobierno de Andrés Pastrana”.
Usted denuncia a su propio país.
“Es cierto. La nacionalidad no es una venda contra la verdad. Los ecuatorianos que vinieron a invertir en Colombia, a realizar un negocio lícito, no solamente perdieron la inversión sino todo lo que tenían en el Ecuador. Aquí, los diarios dijeron que el banco ecuatoriano era un nido de ladrones habilísimos, lo decía el ministro de Finanzas y la directora de Impuestos. El propio Gobierno ecuatoriano bajó la cabeza y corroboró indirectamente la injusticia. Reflexionemos sobre el escenario inverso: Colombia no habría permitido que el Ecuador destruyera un banco colombiano. Es más, no creo que ningún Gobierno ecuatoriano piense en quebrar un banco colombiano con acusaciones inventadas”.
Vemos que esto le llega hondo.
“No puede ser de otra manera. Hay colombianos que van al Ecuador a hacer negocios ilícitos. A Colombia, en cambio, vinieron unos ecuatorianos a hacer un negocio legal con un banco y el Gobierno los desplumó, los llevó a la quiebra. Fue un verdadero desperdicio de capital económico y humano. Tal vez en el Ecuador no saben que cuando la canciller colombiana pedía la extradición de funcionarios de ese banco ecuatoriano, su marido le debía 8 millones de dólares al banco y era el mayor deudor”.
“...injusticia que cometió el Gobierno colombiano, pues les robó su buen nombre, su trabajo, su patrimonio, su tranquilidad”.
Autor: Desde Colombia, Cecilia Méndez Fotógrafo: Pastor Virviescas
“Colombia no habría permitido que el Ecuador destruyera un banco colombiano”.
En 2003, usted escribió el libro Los Farsantes, que cuenta los detalles, ¿por qué siguió?
¿Por qué le ha dedicado los últimos cinco años a este caso?
¿Qué ha encontrado en sus investigaciones?
¿Cuál es su objetivo?
1 comentario:
Detras de toda esta evidente injusticia, de parte las susodichas autoridades Colombianas,que probablemente siguieron intrucciones precisas de una elite de manipuladores, que quiren controlar el mundo, con acusaciones falsas y maquiavelicas,con el unico proposito de apoderarse del mundo financiero y economico,preguntemosle al senor Bush para que elite mundial trabaja y posiblemente iremos desilando el grave problema socio economico mundial.
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