Diario El Tiempo de Bogotá
Redacción Justicia
Noviembre 16, 2007
El Consejo de Estado aseguró que el sustento del Gobierno para intervenirlo no fue "serio" ni contundente y ordenó pagar más de 224.000 millones de pesos a sus seis sociedades accionistas.
La decisión de intervenir a Granahorrar fue tomada hace nueve años por el gobierno de Andrés Pastrana con el argumento de salvar el dinero de los ahorradores.
Sin embargo, el Consejo de Estado comprobó que en ese momento, octubre de 1998, la entidad no estaba en quiebra.
Los responsables de la indemnización por parte de la Nación son la Superintendencia Financiera y el Fondo de Garantías de Instituciones Financieras (Fogafín).
Las seis sociedades beneficiadas con la decisión son Compto, Asesoría e Inversiones C.G., Inversiones Lieja, Exultar, Fultiplex e Inventorías y Construcciones.
Estas empresas perdieron la totalidad de su patrimonio cuando el Gobierno asumió el control del banco, debido a la imposibilidad de pagar más de 400 mil millones de pesos en deudas.
Las firmas le solicitaron entonces al alto tribunal que los actos administrativos de la Superintendencia Bancaria, hoy Financiera, y el Fogafín, que llevaron a la intervención del banco debían ser declarados nulos, toda vez que esa entidad de ahorro y vivienda "no perdió el 100 por ciento de su patrimonio".
¿Por qué la intervinieron?
A finales de septiembre y principios de octubre de 1998, según la demanda, tanto el Fogafín como el Banco de la República reportaron pérdidas en Granahorrar por más de 228 mil millones de pesos.
Posteriormente, por medio de dos actos administrativos, se ordenó la capitalización de esa entidad en 157.000 millones de pesos. El control del banco lo asumió Fogafín.
Durante el litigio, la Superintendencia afirmó que verificó la información suministrada por el Fogafín y el Banco de la República.
"Nos obligó a intervenir con el propósito de salvaguardar la confianza del público", decía el informe.
Por su parte, el Fogafín aseguró "que los hechos en que se basó la orden de capitalización son ciertos y comprobables y reflejan la incapacidad de pago de Granahorrar respecto a las obligaciones".
Y recordó que fue un "buen negocio", pues se vendió al BBVA por 970.000 millones de pesos.
¿Cuál fue la clave?
Los magistrados basan su decisión en un informe presentado en diciembre de 1998 por el Presidente de Granahorrar sobre la evolución de la situación financiera, entre julio y octubre de ese año.
El informe sostenía que a finales de septiembre de 1998, el patrimonio de la entidad era de 214.804 millones de pesos y para principios de octubre de ese año ascendía a 216.993 millones.
"Estas cifras permiten considerar a la Sala que, para el 2 de octubre de 1998, la situación de Granahorrar no era de quebranto patrimonial, como lo señaló la Superintendencia Bancaria como sustento de la orden de capitalización, la cual, como se vio, no tuvo motivación alguna en relación con el cálculo que arrojaron las pérdidas que supuestamente la insolventaron".
Las cifras de Granahorrar entre 1998 y el 2005
157.000 millones de pesos pidió en 1998 el Gobierno a las familias Carrizosa y Robayo para capitalizar. No se hizo.
395.000 millones de pesos, los recursos que le inyectó la Nación a la entidad para evitar quiebra.
970.000 millones de pesos fue lo que recibió la Nación por la venta de la entidad al banco BBVA en el 2005.
Granahorrar se vendió a BBVA en el 2005
La nacionalización de Granahorrar se dio en octubre de 1998, en medio de una crisis que azotó al sistema financiero. La decisión de nacionalizarla se tomó luego de varias inyecciones de capital que había realizado el Gobierno y de apoyos extras de otras entidades financieras privadas.
Los apoyos a Granahorrar habían comenzado en julio y, tras varios intentos fallidos para que los accionistas mayoritarios -las familias Carrizosa y Robayo- capitalizaran la entidad, el Gobierno, a través de la entonces Superintendencia Bancaria y el Fondo de Garantías de Instituciones Financieras (Fogafín) decidió tomar cartas en el asunto.
El jueves primero de octubre, el Gobierno pidió a los accionistas capitalizar la entidad en 157.000 millones de pesos, cosa que no se cumplió.
Entre julio y septiembre de 1998, el Fogafín le otorgó recursos a Granahorrar por 395.000 millones de pesos con pacto de recompra, dinero que estaba garantizando cupos de liquidez del Banco de la República por 300.000 millones de pesos.
La nacionalización se dio el sábado 3 de octubre en horas de la noche, cuando Granahorrar quedó en manos oficiales. El lunes siguiente, la entidad abrió normalmente sus puertas al público y siguió funcionando con todas sus operaciones financieras.
Durante los años siguientes, Granahorrar estuvo en manos oficiales y el 31 de octubre del 2005, el Gobierno lo vendió al banco español BBVA por $ 970.000 millones.
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