Con plenos poderes. (CARLOS VERA R.)
Declararía en receso al Congreso. De acuerdo; también pondría otro Superintendente de Bancos, pero por paniaguado con los insultadores más que por su gestión pública. Pero me concentraría en hacer justicia con quienes todos los jueces solo han tenido contemplación, cobardía, miopía y lentitud. Empezaría por los causantes del atraco bancario, incluidos técnicos que ocultaron auditorías o malinterpretaron información, uno de ellos incomprensiblemente nombrado por un prestigioso banco privado como defensor del cliente. Luego, pondría en la cárcel (juicios y sentencias de por medio, por supuesto) a una gavilla de prófugos, quienes, desde la Presidencia de la República hasta el Ministerio de Gobierno, se hicieron casas o dieron caza a otros, prevalidos del poder y encumbrados por el dinero de los gastos reservados, más la falta de reserva en su descaro.
Nada de eso se plantean los asambleístas de mayoría. hasta ahora. Alberto Acosta declara que aunque tienen incluso el poder de administrar justicia no lo harán para "no fomentar el caos institucional". Rafael Correa dice que vivimos en una situación de caos -conmoción permanente la llama él, que es lo mismo- con lo cual justifica sus emergencias pero hasta allí llega su verborrea. Y Fernando 'Corcho' Cordero declaró para alivio de corruptos y torturados exculpados tácitamente por los plenipotenciarios, que no crearán privilegios para nadie ni afectarán privilegios de nadie. ¿Y para los privilegiados con el manejo desastroso del país que hoy queremos refundar? Perdón y olvido. Más se fija la gigante mayoría en lo que funciona bien como la Junta de Beneficencia de Guayaquil y no en donde estafan a diario, como el IESS con el engaño y retaceo de nuestros fondos de reserva.
¡Si asumen plenos poderes aunque no les corresponda y los haya limitado el propio estatuto, úsenlos pues para hacer ahora sí, allí sí, la revolución que nadie hizo, nadie hará y resulta posible en esta coyuntura arbitraria pero ideal!
Prevalidos de una ciudadanía que no sabe lo que aprobó en el estatuto de la consulta sobre la Asamblea malinterpretado ahora, o que si lo sabe no le importa, porque consideraría válido atropellar lo formal en aras de lo conceptual; en suma, investidos de legitimidad, o sea de suficiente representatividad y un objetivo justo, hagan justicia primero con quienes y en donde nadie quiso hacer. ¿A ver? ¡Allí los quiero ver!
Eso acabaría con las crecientes críticas a una mayoría enfocada a leyes urgentes cuando la urgencia mayor impone prioridades impostergables como nombrar un TSE no partidocrático, reemplazar el aborregado Tribunal Constitucional y remover jueces pusilánimes de la Corte Suprema de Justicia para que, mientras se elabora una Constitución redentora, no escapen los atracadores, ni se escondan sus evidencias ni acomoden sus inconsistencias aprovechando esta transición en que nada rige sino es con la venia de los 80. Las leyes postergadas, como la de Competencia, pueden postergarse seis meses más; la oportunidad de impedir la impunidad de los saqueadores, demagogos y criminales es impostergable. única. ¡última!
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jueves, 29 de noviembre de 2007
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