jueves, 28 de diciembre de 2006

ARTICULO LA HORA COLOMBIA CULPABLE DICIEMBRE 28, 2006



Colombia es culpable por debacle de BPE

Diciembre de 2006

El pasado 29 de septiembre, la justicia colombiana absolvió al ex banquero Nicolás Landes de los cargos que desde 1999 pesaban en su contra. Este triunfo legal, según Landes, ayudará a esclarecer las razones detrás de la caída del holding Ceval, propietario del Banco Popular de Ecuador (BPE), Banco Andino de Colombia y una decena más de subsidiarias en el extranjero.

La sentencia absolutoria dictada por el juez 45 de lo Penal, Luis Hernando Calixto Paipa, en Colombia, abarca el sobreseimiento de seis otros directivos del Banco Andino. Aunque aún se encuentra en revisión, ya que fue apelada ante la Corte Superior, Landes se muestra satisfecho de que “por fin la justicia reconoció la cortina de humo que levantó el gobierno de Andrés Pastrana, para cubrir irregularidades que durante la misma época se dieron en el Banco del Pacífico en Colombia”.

Todo empezó el 9 de septiembre de 1999. En esta fecha, la entonces directora de la Dirección de impuestos y aduanas (Dian) de Colombia, Fanny Kertzman, demandó a Landes, a otros funcionarios y al Banco Popular de Ecuador en Miami, ante una corte federal en EEUU Kertzman alegó que Landes, como principal accionista del holding Ceval, incurrió en un fraude para robar 64 millones de dólares pertenecientes a la Dian (equivalente al Servicio de Rentas Internas ecuatoriano), y 111 millones de los depositantes del Andino.

La millonaria suma habría sido transferida a la filial del Popular en Miami, por lo que la jueza Patricia Seitz, en Florida, ordenó el congelamiento de los activos de la agencia y todas las cuentas internacionales con las que trabajaba el BPE. “Fue una pena de muerte”, dice Landes.

En el 2001, la demanda en Miami fue desestimada por la misma jueza Seitz, quien argumentó que contablemente no se encontró evidencia del supuesto fraude y que la justicia norteamericana no puede asumir los cargos de crisis financieras internacionales.

Consecuencia del feriado bancario

La medida adoptada en marzo de 1999 habría causado una fuga de depósitos en la filial del Popular en Colombia, el Banco Andino. La entidad se encontraba ya con algunos problemas financieros y fue intervenida por el Estado en mayo del mismo año.

Cuatro meses después, la demanda impuesta en Miami al Popular de Ecuador y sus directivos, y difundida extensamente por los medios de comunicación locales, causó una segunda corrida de depósitos en el BPE. Dos semanas después del congelamiento de la agencia en Miami, el BPE entró en saneamiento y pasó a manos de la AGD.

El
delito ‘no existió’

Siete años después del cierre de los bancos de Landes, los imputados fueron absueltos en Colombia. Tanto así, que en julio del 2005, Banco Andino devolvió el 100% de los valores adeudados a la Dian y a sus depositantes.

Ahora, Landes no descarta la posibilidad de demandar al Estado colombiano por daños y perjuicios, ya que su absolución casi una década después, jamás restaurará el daño causado a empleados y depositantes tanto en Colombia con en Ecuador.

FACTORES
Crisis bancaria

Según un estudio de la Superintendencia de Bancos, varios factores empeoraron la situación económica que llevó al país a la crisis financiera de 1999.

> Creación de la AGD. Aumentó disposición de riesgo de especuladores y bancos, e hizo creer a depositantes que la banca estaba en peligro.

> Caída de Filanbanco. El cierre de uno de los mayores bancos del país causó pánico entre los depositantes.

> Impuesto a la circulación de capitales. La tasa de 1% a todas las transacciones de capitales incrementó la fuga de recursos al exterior.

> Precio del petróleo. El barril de crudo se llegó a comercializar a 9,34 dólares, cuando el presupuesto del estado se calculó con un precio de 16 dólares.

miércoles, 27 de diciembre de 2006

ARTICULO LA HORA AGD NO RINDE CUENTAS DICIEMBRE 27, 2006



AGD no rinde cuentas sobre BPE

27 de Diciembre de 2006

En la última semana, desde la llegada al país del ex accionista del Banco Popular (BPE), Nicolás Landes Guerrero, representantes de la Agencia de Garantías de Depósitos (AGD) aseguraron que el BPE sostiene un hueco patrimonial de 428 millones de dólares.

Además, asegura que el campo marginal de petróleo en Venezuela, en el que el Banco Popular tenía una participación del 22 por ciento en 1999, produjo, hasta el 2005, una ganancia aproximada para la AGD, de 6 millones de dólares.

Landes, por su parte, no se explica cómo en la actualidad, la AGD sostiene que la participación actual del BPE en la empresa mixta que maneja el campo petrolero, es de 8,35 por ciento.

El pasado martes 19 de diciembre, el gerente encargado de la AGD, Oswaldo Padilla, informó que la participación del BPE en Retronado S.A. (empresa que opera el campo) es del 8,35%, declaraciones que fueron corroboradas por Alejandra Cantos, gerente de la AGD días después.


Landes afirma que al momento de la intervención del BPE por parte de la AGD y la Superintendencia de Bancos, en 1999, en efecto, se entregó a las dos entidades el 22% de participación del Banco en el mencionado campo petrolero. Ese activo, según dice, tenía un valor en libros de alrededor de 16 millones de dólares. Sin embargo, la inversión fue castigada en un 100% y su valor no se contabilizó como activo, sino como pérdida. Actualmente, la participación del BPE en Retronado S.A. estaría provisionada en un 50%.

Lo incobrable

De la misma forma, ex funcionarios del BPE aseguran que la AGD provisionó otros activos, como bonos del Banco Central del Ecuador que poseía el Banco y que fueron contabilizados con una penalidad del 85%; es decir, que en los libros constaron solo por el 15% de su valor. Cuando un activo se encuentra provisionado, explicó una ex funcionaria, se torna ‘incobrable’, por lo que aumenta el hueco patrimonial del banco en saneamiento.

Landes, quien entregó sus activos personales como garantía de un préstamo de liquidez que le entregó al BPE el Banco Central, al momento de pedirle su renuncia, desconoce el accionar de la AGD –desde entonces- con los activos del Banco.

Él asegura que hasta junio del 2002, el Popular tuvo ingresos de 327 millones, mientras registró un valor pagado a sus depositantes de 291 millones. Sin éxito, este medio intentó contactar a Mario Albornoz Sáenz, administrador temporal de las Instituciones financieras (IFIs) de la sierra, para obtener datos actualizados.

ARTICULO EL COMERCIO CASO LANDES SE DEBATE EN COLOMBIA DICIEMBRE 27, 2006




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Quito - Ecuador | 27 de diciembre del 2006 | 05H46 (GMT-5)

El caso Landes aún se debate en Colombia

Carlos Rojas.
Corresponsal en Bogotá

'He sido víctima de dos persecuciones políticas, disfrazadas de procesos penales”. Esta frase, pronunciada por el banquero Nicolás Landes mientras estaba preso en Costa Rica, fue recogida por la revista Semana de Colombia, en su edición del 16 de octubre.

La entrevista se publicó a los pocos días de que el juez 45 de lo Penal de Bogotá, Luis Hernando Calixto Paipa, declarara inocentes a Landes y a otros seis directivos del Banco Andino de Colombia, que cerró sus puertas al público, el 21 de mayo de 1999.

El fallo del juez Calixto, de hace tres meses, dejó sin piso los argumentos por los cuales, en ese año, la Superintendencia Bancaria intervino en la entidad financiera.

Además, revivió todo el debate que se originó frente a esa decisión. Landes aseguró que hubo otros motivos que causaron el cierre de su banco.

Las explicaciones políticas volvieron a aparecer. Según los alegatos presentados por el fiscal Carlos Enrique Vieda, en calidad de demandante, los directores del Banco Andino fueron acusados de realizar operaciones fraudulentas.

El principal argumento de la acusación fue la entrega de créditos vinculados a las empresas que conformaba, junto al Banco Andino, el grupo económico Ceval.

Dichas operaciones, al parecer, se realizaron con dinero que debía ser transferido, el 5 de abril de 1999, a las cuentas del Tesoro Nacional. Ese dinero supuestamente provenía de tributos e impuestos recaudados a los clientes.

Según las autoridades, el supuesto perjuicio al Estado fue de 115 000 millones de pesos (USD 40 millones de la época).

Landes y los otros directivos del Andino también fueron acusados de haber emitido órdenes para el copiado y borrado de información guardada en las computadoras personales de la entidad.

Bajo
esos argumentos, el juicio se inició en medio de lo que el actual senador del Polo Democrático, Gustavo Petro, llama la búsqueda de un chivo expiatorio por parte del entonces gobierno de Andrés Pastrana.

“La idea era tapar un fraude mayor que se había producido en Colombia: el del Banco de Pacífico de ese país”, aseguró.

Según Petro, la historia de Landes y la de este otro banco están seriamente atadas.

“Era el Pacífico, en los años de la crisis financiera que azotó a Ecuador y Colombia, el que realmente estaba en problemas de iliquidez”, dijo.

Esa entidad también afrontó un escándalo de créditos vinculados a sus socios de Ecuador, Panamá y Colombia.

“El problema de fondo era que en el Pacífico estaba mucha gente cercana al gobierno de Pastrana. Como se perdieron 50 millones de dólares, el entonces Presidente tenía que cuidarse del juicio político que le hubiera esperado por tal escándalo”, añadió Petro.

En ese sentido, argumenta que todas las miradas de la Justicia se fueron en contra del Banco Andino, “en una investigación que no fue seria”. Su principal argumento es el veredicto del juez Calixto, de hace tres meses.

El abogado defensor del Banco Andino lo corrobora. “Se demostró que ninguno de los propietarios o directivos de esa entidad se apropiaron del dinero, en provecho suyo o de terceras personas”.

Terminada la liquidación del Andino, se estableció que este tenía activos suficientes para atender todas las obligaciones de sus clientes, incluida la administración de impuestos nacionales. Tampoco se borró la información de las computadoras del Banco.

Sara Ordóñez, entonces superintendente bancaria, tiene una opinión distinta. “El fallo de Calixto no representa una exculpación a Landes ni a los demás directivos del Banco Andino”.

Según ella, hace cinco años se comprobó judicialmente que el haber hecho transacciones de dinero del Banco Andino de Bogotá al Andino de Nassau era una operación fraudulenta. “El pago a clientes y de impuestos a la Dian (Dirección de Impuestos) fue solo del 30 por ciento y no se tomaron en cuenta los intereses".

Para Ordóñez, si el fallo de Calixto hubiera sido condenatorio también resultaría ilegal, pues no cabe una segunda sentencia.

El fallo fue apelado

Según Gustavo Petro, el peor error de Landes y el Banco Andino, en 1999, fue haberse fusionado con el Banco Pacífico en Colombia, que estaba en quiebra. Según la Fiscalía, el anuncio de esa fusión hizo que los clientes sigan operando con el banco, "produciéndose una estafa general".

Tras el fallo judicial de Calixto, quedan suspendidas, por el momento, las órdenes de prisión que pesaban sobre los implicados. Sin embargo, la Fiscalía General de la Nación interpuso un recurso de apelación.

ARTICULO EL COMERCIO CLIENTES CONGELARON BIENES DICIEMBRE 27, 2006



Quito - Ecuador | 27 de diciembre del 2006 | 05H30 (GMT-5)

Los ex clientes del Banco Popular congelaron la venta de 6 bienes

Christian Torres. Redactor

Un pequeño grupo de acreedores del Banco Popular tiene ganada una batalla jurídica. Se trata de ocho clientes del Fideicomiso Solidez, uno de los negocios de inversión que impulsó el ex gerente de la entidad bancaria, Nicolás Landes, la década pasada.

Esos inversionistas y su abogado, que hablaron a condición de que su identidad se mantenga en reserva, tienen desde hace tres años congelada la venta o cualquier tipo de acción de seis bienes del Popular, que están en poder de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), avaluados en 40 millones de dólares (ver breves).

Según el defensor de esos clientes, su acción fue para precautelar el pago a 350 personas que tenían invertido su dinero y no solo de los ocho que siguen los juicios.

Para Francisco Acosta, quien maneja la demanda de su madre que era cliente de Solidez, la AGD tiene que reconocer la deuda que se ha negado a pagar durante varios años. Su argumento se basa en informes de la Superintendencia de Bancos, que ratifica que sí se les debe cancelar sus acreencias.

Además, hay un comunicado de Martha Padilla, asesora jurídica de la AGD, fechado el 24 de enero de este año, que dice que se puede cumplir con esa obligación, que llega a los USD 22 de millones.

Por su parte, la AGD aseguró que ellos aún mantienen vigentes los juicios. La abogada Padilla sostuvo que han presentado las contrarréplicas por las prohibiciones de enajenar esos bienes.

Otros inversionistas que mantienen juicios contra el Popular y Nicolás Landes son los de Fondo Visión. El Banco y sus filiales internacionales manejaron más de una docena de esos fondos.

De ellos, el más grande fue el Visión, con 8 000 inversionistas.

Víctor Rodríguez, abogado de un grupo de clientes del Visión, dijo que perdieron el 52 por ciento del dinero invertido. “La AGD no se hizo responsable porque el Visión fue constituido en las Bahamas y era manejado por el Banco Popular Internacional”.

“Hay 160 millones de dólares que se perdieron y no fue el resultado de las malas inversiones sino del fallido manejo de Nicolás Landes”, sostuvo Rodríguez.

Pero, según el ex banquero, en las auditorías se comprobó que no hubo irregularidades en esos manejos. “Ese fondo se estructuró para invertir en bonos latinoamericanos y siguió en ese legado. Lamentablemente, en 1999 vino la crisis y las personas que después lo administraron no lo hicieron bien. Ahí se produjo la pérdida”.

Por su parte, Rodríguez anunció que seguirá con las demandas contra del ex banquero. Uno de los siguientes pasos que dará el jurista será recusar a los miembros del Tribunal III de lo Penal de Pichincha, que absolvieron a ex funcionarios del Popular en el juicio por supuesto peculado.

Las seis propiedades

En el campo petrolero Onado, en Venezuela, la AGD tiene el 20,89 por ciento de las acciones.Está avaluado en 25 millones de dólares.

La casa de Nicolás Landes en Guápulo es otro de los bienes que tiene prohibición de venderse. Posee 90 000 metros cuadrados y está valorada en más de USD 7 millones.

La agencia del Popular en el centro de Quito está avaluada en 2,9 millones de dólares.

Otra agencia del banco en la av. Colón está intervenida. Ésta tiene un costo aproximado de 1,5 millones de dólares. La Policía quiere comprarla.

En el edificio 1492, ubicado en el norte de Quito, el Banco Popular poseía dos oficinas y más de una docena de parqueaderos. Estaban valorados en 549 300 dólares.

En la plaza de Cumbayá hay otro bien que tenía un costo de 400 000 dólares. Está ubicado en las afueras de Quito.

martes, 26 de diciembre de 2006

RADIO SUCRE CAMPO ONADO DICIEMBRE 26, 2006

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ARTICULO LA HORA NICOLAS LANDES DESDE EL PENAL DICIEMBRE 26, 2006

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Nicolás Landes revela su verdad desde el Penal

26 de Diciembre de 2006

Con una leve sonrisa y un fuerte apretón de manos, Nicolás Landes –ex accionista del Banco Popular- recibió a LA HORA en el tercer piso del pabellón A de máxima seguridad, del ex penal García Moreno.


Sus pómulos marcados por su extrema delgadez, la cabellera fina y canosa, los pliegues que se forman en el pantalón gracias a que su correa los sostiene en el último hueco, contrastan con las imágenes del ex banquero que se mantienen antes de la crisis.


La fragilidad de su cuerpo se opone a la fortaleza de sus argumentos para defenderse de las acusaciones que sobre estafa y peculado pesan en su contra.

Tras 120 días de ingerir únicamente líquidos, “para llamar la atención a los medios costarricenses” sobre su caso, Nicolás Landes ha perdido 35 libras.


Sin embargo, un interno del pabellón A, donde se encuentra recluido desde el pasado sábado 16, dice que su mejoría física y anímica es notable.


“Tiene una fuerza increíble”, manifiesta el interno que lo ha ayudado a ‘aclimatarse’ a su nueva circunstancia, “así de flaco, me gana de largo en abdominales”.

Al inicio de la entrevista, se muestra seguro y organizado. Casi todas sus respuestas se apoyan en algún tipo de documentación: informes, auditorías, anuncios de prensa, artículos periodísticos, memorandos, sentencias. Se muestra de cabeza fría, no altera el tono de voz y se asegura de explicar cada caso con detalles y hasta anécdotas.


‘Vivo de la solidaridad de mis amigos’
Para una persona como Landes, que formaba parte de la élite económica del país hace menos de una década, el encontrarse en una precaria situación económica, encarcelado y teniendo que recurrir a técnicas tan dramáticas como una huelga de hambre, no debe ser fácil. Sin embargo, ha sabido extraer lecciones. “Cuando estás abajo, por lo menos te das cuenta de quién es quién”, dice, al referirse al tratamiento que ha recibido de familiares, amigos y colaboradores. Se ha encontrado con sorpresas muy gratas, “pero también muy ingratas”. Entre las primeras, el apoyo de los ex funcionarios del Banco. Antes de seguir, hace una pausa porque de la emoción se le ha quebrado la voz; y con lágrimas en los ojos admite que el apoyo de quienes otrora fueran sus empleados y ahora son su mayor soporte, “le ha llegado al corazón”.

En los últimos días, ha trascendido que Nicolás Landes buscará un abogado de oficio asignado por el Estado para manejar su defensa. “No tengo un real”.

Landes forjó su carrera como ejecutivo del Citibank en Ecuador antes de adquirir el Popular. A partir de este momento, “no tuve negocios de otra naturaleza. Todo mi patrimonio estaba invertido en acciones del Banco Popular”. Lo perdió todo.

Y dice poder probar que su situación, así como la de los 800 empleados del Banco y más de 2 mil accionistas del Popular, es responsabilidad del gobierno de Colombia.

Ese país entabló un juicio al Estado ecuatoriano por un desvío de recursos del Banco Andino, propiedad del Banco Popular. Durante siete años Landes viene luchando para que se reconozca no hubo ninguna anomalía en este caso y finalmente logró la absolución. “Se me ha satanizado”, dice.

Con la publicación sobre la versión de Landes en el caso West Merchan Bank, el pasado 24 de diciembre, LA HORA inició una serie de reportes sobre la posición del ex presidente ejecutivo de uno de los mayores bancos del país, antes de la crisis de 1999.

Fondos Vision:
El agujero negro

Aunque Nicolás Landes fue extraditado de Costa Rica por la acusación de peculado que pesa en su contra en el caso West Merchant Bank, la demanda de estafa a los inversionistas del Fondo Visión aún no ha sido resuelta.

Si bien él sostiene que el Ecuador está en la obligación de respetar los tratados internacionales que establecen que una persona solo puede ser juzgada por el delito que consta en la solicitud de extradición, también mantiene que en el caso de Fondos Visión no hubo estafa, ya que la ley establece que quien comete el delito debe tener la intención y el contacto con los estafados. Landes, al no ser el administrador del Fondo ni el asesor directo de los inversionistas, no tuvo contacto con ellos, por lo que asegura que el delito no existió.

Visión fue uno de diez fondos de inversión que ofrecía el holding Ceval a los clientes del Banco Popular en Ecuador. Nueve de ellos fueron liquidados “sin reclamos”, según afirma Landes. El problema de Visión fue la naturaleza de su composición: “los estatutos del fondo establecían que la inversión se realizaría únicamente con bonos de deuda latinoamericana”.

Tanto Landes como ex funcionarios del banco no se cansan de repetir que Visión era un fondo de inversión, no una cuenta de ahorros. Es decir, cada cliente firmó voluntariamente un documento en el que se especificaba la naturaleza de la inversión y sus condiciones. Adicionalmente, los clientes contaban con un asesor personal que podía proporcionar información sobre los riesgos y variaciones de su inversión.

Según Landes, quien apoya su argumento en un artículo del mayor diario financiero en EE.UU., el Wall Street Journal, 1999 –el año de la crisis financiera en Ecuador- fue el peor año que han visto los bonos de deuda latinoamericana.

Por ese motivo, en septiembre de ese año, el estado de cuenta que recibieron los inversionistas de Visión “presentaba una pérdida potencial del 60%; es decir, el valor real del fondo estaba al 40% de lo que valía en papel”. El pánico se apoderó de los clientes.

Pocos días después, tanto el BPE como Fondo Visión fueron liquidados y su administración pasó a manos de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD).

Entre octubre y diciembre de aquel año, estando ya Visión en manos del Estado, “el precio de los bonos latinoamericanos se recuperó un 25%” pero los inversionistas jamás se enteraron.

¿Por qué? Nicolás Landes, por falta de pruebas, no se aventura a acusar a los entonces administradores del Fondo Visión de corrupción, pero sí denuncia negligencia.

Estando en las manos de la AGD, “se violaron los estatutos del Fondo y los administradores cambiaron la composición del portafolio”, comprando bonos de países africanos y asiáticos. Así, cuando llegó la recuperación de los bonos latinoamericanos, estos formaban solo una fracción de la inversión, por lo que los resultados globales no mejoraron.

Landes reconoce que los clientes recibieron en el 2003 –por parte de la AGD- alrededor del 50% del dinero de su inversión original, “cifras basadas en el resultado del portafolio en 1999”, el peor año para el mercado. Esto, además de una total falta de información y rendición de cuentas por parte de quienes administraron el Fondo en la AGD.

‘Sin vínculo directo’
Para asegurar un manejo profesional del Fondo, el holding Ceval, dueño de todas las entidades financieras actualmente relacionadas con Landes, contrataba externamente el manejo de la contabilidad y administración de Visión. Estos servicios se realizaban en Estados Unidos.

Nicolás Landes fue, durante los años de la crisis, presidente ejecutivo del Banco Popular y “no era ni director ni administrador de Fondos Visión, ésta era una de las operaciones del grupo”.

La demanda que se implantó sobre este caso acusaba también a los ejecutivos directamente vinculados con Visión: Patricio Serrano León, Francisco Cordovez Acevedo y Santiago Ortiz García. Los tres fueron absueltos por Ángela Sarmiento, jueza que llevaba la causa. Landes, quien consta en la misma demanda y es el único imputado que no fue absuelto, pidió la prescripción del caso el 8 de noviembre de 2004. Nueve días después, Sarmiento negó el pedido.

La causa, según Landes, es la inmensa presión política que influye en las decisiones legales que se toman en su contra.

ARTICULO EL COMERCIO EL REGRESO DE LANDES DICIEMBRE 26, 2006



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Quito - Ecuador | 26 de diciembre del 2006 | 10H01 (GMT-5)

El regreso de Nicolás Landes


Demacrado y con un físico desmejorado. / EL COMERCIO

Redacción Judicial

‘El Rey Midas de los negocios’. Así era considerado el joven banquero Nicolás Landes, quien en 1982, con solo 32 años, fue nombrado gerente para Ecuador de Citybank y cinco años después logró escalar a un mundo anhelado por los financistas: tener su propio banco, el Popular.

Landes nació en Panamá hace 56 años. Fue el primer hijo del matrimonio de Jackon Landes, estadounidense, y Elvira Guerrero, guayaquileña. Sus padres –que no eran aristócratas- se radicaron en Guayaquil. Tenían negocios agrícolas y con otros socios trajeron al país, por primera vez, la franquicia de Kentucky Fried Chicken.

“No éramos una familia millonaria, pero mis padres se preocuparon porque tengamos una buena educación”, recordó Elizabeth Landes (45 años), hermana menor del ex banquero.

Landes estudió en el Colegio Americano, luego fue a la Universidad de Brown, en EE.UU. a estudiar Economía, y siguió una maestría en Harvard. Allí empezó a labrar su fama de un sagaz y visionario empresario.

En 1987 compró acciones del Banco Popular a Germánico Pinto, quien le pidió que lo asesore y le entregó parte del pastel accionario. Hasta entonces, el Popular era una entidad relativamente pequeña que luego de una década dio un salto inusitado y se convirtió en un ‘holding’ internacional. El 40 por ciento de las acciones del Popular era de Landes

En 1999, según la Superintendencia de Bancos, el emporio de Landes tenía ramificaciones en Ecuador, EE.UU., Bahamas, Venezuela, Colombia y Panamá.
A la cabeza de estos complejos negocios financieros estaba Ceval Inc, montada en las islas Caimán. Se trataba de un holding que agrupaba a 32 firmas, entre bancos, financieras y fondos de inversión.

Bernando Arosemena, quien fue gerente del Banco Popular en la sucursal de Guayaquil, hasta su cierre en 1999, asegura que los clientes tenían una confianza ciega en Landes.

Durante cinco años, el Popular fue nombrado entre los mejores bancos de la región por la revista Latin Finance. La institución innovó el negocio bancario, creando productos financieros, como las cuentas de ahorro para niños y un sistema de cobranzas rápidas.

Pero entre 1998 y 1999, la entidad se convirtió en una de las piezas del dominó bancario que empezó a desplomarse por la crisis. Entonces, el derrumbe de Landes y su banco fue vertiginoso…

Una providencia de la Primera Sala de lo Penal de la Corte de Quito, emitida en julio de este año, revela los problemas financieros del Popular y cómo el Estado le dio la mano con dos préstamos, en menos de 40 días. El 4 de agosto de 1999, el banco recibió un crédito subordinado de 49,6 millones de dólares.

El 14 de septiembre se le entregó 900 564 millones de sucres, que a la paridad cambiaria de esa fecha alcanzaban los 81,8 millones de dólares. Esta cifra era equivalente al 100 por ciento del patrimonio técnico del grupo financiero Popular.

Las penurias económicas no terminaron ahí. 11 días después, Landes envió una carta a la Junta Bancaria informando que no tenía recursos para los pagos pendientes por USD 37 millones. Entonces, el 26 de septiembre, el Popular entró en saneamiento y empezó a ser manejado por la AGD.
Para Arosemena
, hay un hecho que desencadenó la caída del Popular, que fue el cierre de su hermano mellizo de Colombia, el Banco Andino, en mayo del 99. “

El Gobierno colombiano pidió el cierre del Popular en Miami para recuperar alrededor de 61 millones de dólares en impuestos que Landes, a través del banco Andino, no transfirió al Estado.

En Ecuador también se sintió el coletazo. Miles de depositantes empezaron a perder la confianza en el afamado banquero y retiraron sus ahorros. Entre el 31 de julio y 31 de agosto de 1999 retiraron 37 millones de dólares. La debacle era un hecho.

Para entonces, Landes se había jugado todas sus cartas con la compra del Pacífico y su fusión con el Popular. “El Pacífico era como una mujer obesa, pero muy bonita, solo había que ponerla a dieta”, explica Arosemena.

Para Víctor Rodríguez, abogado de los ex clientes, el ex banquero, con su ambición, comprometió dinero que no era suyo.

Según él, Landes apoyado en su red de compañías, armó una telaraña de movimientos económicos, giros de cheques y depósitos que aún no ha sido descubierta en su totalidad y que fue investigada por las policías de Ecuador, EE.UU., Panamá y Colombia.

En Ecuador, la ex fiscal Mariana Yépez llevó un equipo de agentes para revisar los libros del Popular. La tarea fue en la agencia principal, ubicada en la avenida Amazonas, en el norte de Quito. “Tuvimos toda la apertura de las autoridades de la AGD para iniciar la investigación, de la cual resultaron cuatro excitativas fiscales”, recuerda Yépez.

Hasta el momento, Landes enfrenta cuatro juicios penales, tres por supuesto peculado y uno por estafa. Todos están por ser sentenciados en los tribunales penales de Pichincha, luego de que el ex banquero fue extraditado desde Costa Rica, el sábado 16 de diciembre. En Colombia y en EE.UU. salió absuelto de las acusaciones en su contra.

El retorno de Landes no fue fácil. Por más de seis años, la Justicia ecuatoriana intentó traerlo sin éxito. Primero estuvo en EE.UU., luego viajó a Panamá, donde fue detenido, pero salió en libertad.

En esa ocasión no pudo ser extraditado por su nacionalidad panameña. “Se han dicho muchas mentiras de mi hermano. Es falso que haya alterado sus nacionalidades”, recalca Elizabeth Landes.

En junio del 2005, el ex banquero fue detenido en Costa Rica, cuando intentaba cruzar esa nación en una avioneta privada, con la identidad de un hombre muerto. Su intención era llegar a Canadá para pedir un asilo político, por la supuesta persecución del ex presidente Lucio Gutiérrez.

Actualmente, Landes comparte la celda con el narcotraficante Jorge Hugo Reyes Torres en el pabellón de máxima seguridad del ex penal García Moreno.

Tiene su rostro demacrado, por las secuelas de los 120 días de una huelga de hambre en Costa Rica.

La víspera de la Nochebuena, dialogó con este Diario (ver entrevista). Aunque se veía sereno y hablaba con soltura, las secuelas de los últimos siete años
eran notorias en su físico, extremadamente delgado. Vestía ropa vieja.

Cuando se refieren a Landes, sus ex clientes son muy severos en la crítica. En lo esencial, desean que les pague por los perjuicios causados. Por ejemplo, los padres de Laura Tromellini perdieron los ahorros de toda su vida. “Mi padre murió de un cáncer terminal. Sin dinero, tuvo que acudir a los hospitales públicos“.

Ella espera un castigo ejemplar, porque no todo lo que tocó el ‘Rey Midas’ se convirtió en oro.

Algunos bienes

Entre las acciones que recibió la AGD se encuentran una termoeléctrica en Cartagena, participaciones en el campo petrolero Onado, en Pichincha Palmaoriente, en el Club La Unión, en bonos de Tesorería del Gobierno de Ecuador, lotes en los Arrayanes.

Además, hay 12 propiedades. Entre ellas, la casa de Guápulo, avaluada en más de siete millones de dólares. También, las agencias del Banco Popular en el centro y en la avenida Colón de Quito. Otras propiedades en la Torre 1492, en el sector de la Gonzáles Suárez de la capital.

‘Mi problema y el del banco tienen un nombre: Colombia’

domingo, 24 de diciembre de 2006

ARTICULO LA HORA CASO MERCHANT BANK DICIEMBRE 24, 2006



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Landes: “No hay peculado en caso Merchant Bank”

24 de Diciembre de 2006

El banquero Nicolás Landes defendió la transparencia de la negociación efectuada entre la holding Ceval y el West Merchant Bank, por la que mantiene un juicio por peculado.

Landes, principal accionista del Banco Popular, se encuentra recluido en el pabellón A del Penal García Moreno, tras ser extraditado de Costa Rica el sábado último.

Según los convenios internacionales, el expatriado solo podrá ser procesado en los juicios planteados en la extradición. En estos días, Landes será llamado a juzgamiento en el juicio por peculado en el caso Popular-West Merchant Bank.

El juicio actualmente se tramita en el Tribunal Tercero de lo Penal de Pichincha por una transacción entre Ceval (cabeza del grupo Banco Popular) y el West Merchant Bank.

Negocio lícito
En diálogo con LA HORA, Nicolás Landes calificó la transacción de “legal y legítima”, tal como lo corroboran los peritos que actuaron en el caso.


Haciendo un poco de historia, narra que el préstamo original con el Merchant ascendía a los 115 millones de dólares, producto de una inversión en el Banco Andino, de Colombia y el Investment, en Venezuela.

Agrega que el directorio del Popular, en el año 1992, autorizó se cree un holding para que los bancos extranjeros no fueran subsidiarios directos del Popular. Así nació el holding Ceval con sede en las Islas Caimán.

En la toma de la decisión participó Gustavo Noboa Bejarano, miembro del directorio del Popular y las Superintendencias de Bancos de Colombia y Venezuela. Todos aprobaron la operación.

En el año 98, los bancos de Colombia y Venezuela ingresan al holding y Ceval pagó al Popular una parte en efectivo y otra parte asumiendo el saldo de la deuda que el Popular tenía con el West Merchant, a esa fecha y que llegaba a los 75 millones de dólares.

Viraje del Merchant
Según explica Landes, en el año 99, ante la intervención al Popular de la Superintendencia de Bancos y la AGD, el West Merchant Bank (WMB) decide que se cancele inmediatamente el saldo adeudado que para entonces era de 53 millones de dólares y cuyo último vencimiento era en el 2001.

Al momento, Ceval no tenía recursos en efectivo porque vivía de los dividendos de las subsidiarias. Ante esto, el WMB procede a ejecutar las garantías (bonos).
Doce millones de dólares que eran parte de las garantías entregadas al WMB por el préstamo, consistían en bonos del banco JPBT, con sede en Bahamas. Tiempo después, por insistencia de la Superintendencia de Bancos de Ecuador, el banco JPBT fue incluido en el Grupo Financiero Popular.

Para efectuar estas transacciones Ceval contó con la autorización de la Superintendencia de Bancos de Ecuador, sin embargo, posteriormente la misma entidad señaló que se prendaron bonos del Popular lo que era ilegal. Según Landes, fue una negociación legal y legítima, porque los 12 millones de garantía en bonos se entregaron antes de que el banco JPBT llegue a formar parte del grupo Ceval.

FALSEANDO LA VERDAD
Nicolás Landes
asegura que los peritos del Juzgado que lleva el caso, Pedro Pablo Baquerizo y Teresa Viteri, informaron que la operación financiera de Ceval con el WMB fue estructurada en beneficio de los intereses del Popular.

LA HORA tuvo acceso a las conclusiones del informe de Auditoría Penal de la Agencia de Garantía de Depósitos, en el que se establece que “el memorando que sirve de sustento para la excitativa fiscal haya sido adulterado, lo cual, aparte de restar sustento y credibilidad a nuestra posición en el juicio, es posible que genere acciones penales contra funcionarios de la Superintendencia de Bancos”.
El informe está suscrito por el doctor Dimitri Durán, asesor penal de la AGD
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viernes, 22 de diciembre de 2006

miércoles, 20 de diciembre de 2006

viernes, 1 de diciembre de 2006

BIOGRAFIA ALBERTO DONADIO DICIEMBRE 1, 2006

¿QUIÉN ES ALBERTO DONADÍO?

El autor del libro LOS FARSANTES Banco Andino: el fraude que nunca existió es abogado de la Universidad de Los Andes en Bogotá y uno de los pioneros del periodismo investigativo en Colombia. En 1972 fundó con Daniel Samper Pizano la Unidad Investigativa del diario El Tiempo de Bogotá, donde publicó denuncias de gran resonancia nacional en materia de depredaciones ecológicas, corrupción oficial y escándalos financieros. Es el precursor del acceso a los documentos públicos en Colombia.

Obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar y el Premio de Periodismo del Círculo de Periodistas de Bogotá.

Ha publicado los siguientes libros con denuncias sobre la banca colombiana:

Banqueros en el banquillo (1983)

¿Por qué cayó Jaime Michelsen? (1984)

Y otros libros sobre temas diversos:

El espejismo del subsidio familiar (1985)

Los hermanos del Presidente (1993)

La guerra con el Perú (1995)

Yo, el Fiscal (1996)

La mente descarrilada (1997)

El Uñilargo. La Corrupción el régimen de Rojas Pinilla (2003)


Además de El Tiempo Donadío trabajó en Propúblicos, firma de abogados de interés público financiados por la Fundación Ford, y en la Comisión Internacional de Juristas en Ginebra, Suiza y fue el primer secretario general de la Comisión Andina de Juristas.

Donadío fue investigador del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) sobre el tráfico de la fauna silvestre en los países de la cuenca amazónica y en 1981 recibió el premio Latin American Conservation Award. Fue consultor de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) con sede en Gland, Suiza.

Con su esposa Silvia Galvis, es coautor de Colombia Nazi (1986) y El Jefe Supremo. Rojas Pinilla en La Violencia y el poder (1988)

domingo, 19 de noviembre de 2006

ARTICULO EL COLOMBIANO LA TRAGEDIA DE UN HOMBRE HONRADO NOVIEMBRE 19, 2006

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EL COLOMBIANO.COM

La tragedia de un hombre honrado

Por Juan José Hoyos

"Bajo un gobierno que encarcela a alguien injustamente, el lugar más adecuado para un hombre justo es también la cárcel". En una semana agitada por las órdenes de captura libradas por la Corte Suprema de Justicia contra varios parlamentarios acusados de formar grupos paramilitares y de ser cómplices de matanzas y asesinatos a lo largo y ancho de la costa Atlántica, vienen a mi memoria estas palabras del poeta Henry David Thoreau, que leí hace años en su libro "La desobediencia civil".

Aclaro que las recuerdo no porque piense que las órdenes de captura son injustas, sino porque después de repasar las páginas de la nueva edición de "Los farsantes", el libro de Alberto Donadio sobre el caso del Banco Andino, creo que es injusta la detención de su principal accionista, Nicolás Landes. Él está preso en una cárcel de Costa Rica por la persecución que desató en su contra una acusación temeraria del gobierno colombiano.

Porque después de la acusación, vino la caída del banco, la orden de captura contra Landes, su exilio. Esa es la raíz de la tragedia que hoy lo tiene en huelga de hambre y a las puertas de la muerte, mientras aguarda una orden de extradición del gobierno ecuatoriano, promovida por sus antiguos competidores y por sus enemigos. Ya pagó una condena por usar un pasaporte falso, que lo salvó a medias de la persecución de las autoridades colombianas. Ahora está acusado de delitos que un juez declaró inexistentes. La política y las altas finanzas son así, en Colombia y en Cafarnaum.

La acusación contra Landes provocó hace siete años la quiebra del Banco Popular del Ecuador, dueño del Andino, y dejó en la calle a más de 700 trabajadores. Además, arruinó el buen nombre de sus directivos, quienes jamás se apoderaron del dinero de los ahorradores. Así lo ratificó hace poco el juez 45 penal del circuito de Bogotá, quien absolvió a todos los sindicados de los delitos de estafa y peculado, al encontrar que no hubo fraude en el Banco Andino y que su liquidador devolvió a la Dian y a sus clientes la totalidad de los impuestos y los depósitos recaudados. Mientras tanto, en Ecuador, las acusaciones del gobierno colombiano causaron pánico económico y obligaron al cierre del que era uno de los dos más grandes bancos del país. También sabotearon la proyectada fusión del Banco Andino con el Banco del Pacífico, su rival en el mercado.

¿Por qué pasó todo esto? Cuando uno oye la historia de boca de Alberto Donadio, uno de los pioneros del periodismo investigativo en Colombia, le cuesta trabajo creerla.

La maniobra financiera y legal de varios funcionarios colombianos, que además eran amigos personales del banquero Nicolás Landes, parece que oculta demasiadas cosas que por lo menos a primera vista huelen muy mal. Como el hecho de que el gobierno de nuestro país hubiera malgastado más de dos millones de dólares en honorarios pagados a abogados estadounidenses para sostener una demanda judicial contra Landes y su banco en las cortes de Estados Unidos, a pesar de que las autoridades bancarias de la Florida desecharon el fundamento de la demanda. También, el hecho de que el banco rival de Landes financiara la operación de compra de Invercolsa por parte de un funcionario del primer gobierno del presidente Álvaro Uribe.

Sobre esta operación, si uno lee con cuidado el libro de Donadio se da cuenta de que una filial del Banco del Pacífico en Panamá, antes del escándalo, otorgó un crédito por más de 8 millones 750 mil dólares a Fernando Londoño Hoyos y su esposa con el fin de financiar su fallida compra de acciones de Invercolsa, a la Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol. Esa negociación fue objetada por jueces colombianos. Después, Londoño Hoyos renunció a su cargo de ministro del Interior y de Justicia. No hay que olvidar que Londoño Hoyos había sido presidente de la junta directiva del Banco del Pacífico en Colombia. Este fue intervenido por la misma época en que lo fue el Andino, pero jamás fue investigado ni sancionado por el gobierno de Colombia. El de Nicolás Landes, sí.

¿Pero quién es Nicolás Landes, la víctima de esta disparatada historia? Según Donadio, es un banquero ecuatoriano cuya única preocupación era su banco. Los altos empleados que lo acompañaban a reuniones con otros banqueros dicen que a veces los hacía avergonzar porque iba vestido con trajes demasiado usados. Landes ni siquiera compraba zapatos nuevos: llevaba a remontar los viejos en las zapaterías del centro de Bogotá. La gente que lo visitaba en su casa de Miami lo encontraba casi siempre en ropa deportiva. Era difícil adivinar el color exacto de sus camisetas de algodón. Cuando era presidente de su banco, botaba al cesto de la basura las invitaciones a bodas y actos sociales, sin siquiera abrirlas, una cualidad poco apreciada entre políticos y banqueros.

Landes, además, usaba reloj Casio, de plástico, y tenía un automóvil Mercedes Benz, de segunda mano, que él mismo manejaba. Él era quien ponía los faxes y redactaba las cartas del banco en su computador. Su oficina estaba abierta durante todo el día y cualquier empleado podía entrar sin tocar la puerta ni pedir cita previa. En las oficinas había una extensión telefónica que los empleados podían marcar y él mismo contestaba las llamadas. Además, había un teléfono para que los clientes llamaran al presidente del banco, y él también lo contestaba.

Landes viajaba en clase económica y a veces, en el avión, se encontraba con sus empleados, que sí viajaban en primera clase. Pasaba casi todos los fines de semana encerrado en su casa, leyendo libros de economía, de administración, de historia y grandes biografías.

Cuando viajaba a Bogotá, después de comprar el Banco Andino, se alojaba en un hotel situado a dos cuadras de su oficina para poder caminar hasta allí. No aceptaba ir a ninguna fiesta o recepción de las muchas a las que era invitado. En sus casas de Miami y Quito se alojaban con frecuencia presidentes, embajadores en Washington, candidatos presidenciales, industriales y financistas de Colombia. También se entregaban cheques de más de seis ceros para algunas campañas presidenciales. Casi todos los amigos beneficiarios de esos favores le dieron la espalda y lo desplumaron. Pobre Nicolás Landes. Cuando pisó Colombia, no sabía que pisaba una tierra de leones, donde las culebras andan paradas.

Donadio habló de la tragedia de Landes acompañado por tres antiguas empleadas del Banco Popular del Ecuador. Ellas viajaron a Colombia a entregar al presidente Álvaro Uribe una carta firmada por más de un centenar de trabajadores ecuatorianos del banco de Landes en la que piden al gobierno aclarar en forma pública a los ciudadanos de Colombia y Ecuador por qué fueron engañados de manera reiterada por altos funcionarios colombianos y por qué los directivos del Banco Andino fueron "sometidos durante siete años a infames acusaciones hoy judicialmente declaradas sin fundamento".

Los trabajadores pidieron al presidente explicar por qué nuestro gobierno acusó al Banco Andino de apoderarse en forma indebida de más de 64 millones de dólares de impuestos recaudados por cuenta de la Dian -que fueron devueltos en su totalidad, tal como lo comprobó la justicia colombiana- mientras el Banco del Pacífico, propiedad de banqueros ecuatorianos competidores de Landes, debe a la Dian y a sus acreedores más de 22 mil millones de pesos y ni siquiera ha sido investigado. Leyendo la carta, pensé en otra frase de Henry David Thoreau: "Las leyes nunca harán libres a los hombres; son los hombres quienes tienen que hacer las leyes libres. Los verdaderos amantes de la ley y el orden son quienes cumplen las leyes cuando el gobierno las quebranta".

martes, 14 de noviembre de 2006

ARTICULO EL MUNDO EX EMPLEADOS PIDEN RECTIFICACION NOV 14, 2006


ARTICULO EL MUNDO, MEDELLIN NOV. 14.

Foto: Santiago Saldarriaga

Cecilia Santillán y Lorena Buitrón, ex empleadas del BPE, piden una rectificación del Gobierno colombiano por los daños morales y económicos que les causó la acusación de la Dian.

“No hubo delito”, afirma sentencia del juez en el caso del Banco Popular del Ecuador
Ex empleados piden rectificación

Autor: Gustavo A. Zabala Berrío

Según el periodista Alberto Donadío, el Gobierno colombiano se gastó US$2,5 millones en acusaciones contra el BPE, mientras se desconoce el paradero de $22.000 millones del Banco del Pacífico.

A través de una carta al presidente Álvaro Uribe Vélez, un grupo de 117 ex empleados del Banco Popular del Ecuador –BPE-, (que debió cerrar sus puertas en septiembre de 1999 luego de que se anunciara un posible fraude por US$64 millones de impuestos recaudados por la Dian) están pidiendo una rectificación del Gobierno colombiano después de un fallo absolutorio de un juez en Bogotá el 29 de septiembre pasado.

El Banco Andino era un banco ecuatoriano filial del BPE, operó en Colombia durante varios años y no le fue bien, luego fue intervenido y liquidado por el Gobierno, después de que se dijera por el entonces ministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo; y la directora de la Dian, Fanny Kertzman; que en ese banco se había registrado un fraude de $115.000 millones de impuestos que se habían girado al exterior para beneficio de los propietarios y directivos del BPE, por lo que se presentó en septiembre de 1999 una demanda en Miami, ciudad a la que se dijo había ido a parar esa plata.

El fallo

Mediante una sentencia del 29 de septiembre de 2006, y que sólo se conoció una semana después, el juez 45 penal del circuito de Bogotá, Luis Hernando Calixto Paipa, absolvió a todos los sindicados (incluido el presidente del BPE, Nicolás Landes, hoy preso en Costa Rica) de los delitos de estafa y peculado al no hallar fraude en el Banco Andino y que el liquidador de la entidad devolvió a la Dian y a los clientes el 100% de sus depósitos.

En este fallo y en la afirmación del juez donde dice que “del acervo probatorio allegado no se observa y así lo corroboran los funcionarios de la Superbancaria también en ese sentido, elemento o argumento que se puede calificar como fraudulento o artificioso”, los 117 ex empleados de los 700 que tenía el BPE, le solicitaron al presidente Álvaro Uribe, una rectificación y una disculpa pública, ya que como afirma la ex asesora financiera del banco, Cecilia Santillán, “tuvimos daños morales y económicos por esa denuncia, al igual que Nicolás Landes, presidente del Banco”, agrega que el BPE quebró en 1999 “por la demanda temeraria que hace la Dian contra el Banco Andino en Colombia lo que hace que exista una corrida de depósitos de tal magnitud que el Banco Popular del Ecuador quiebra”.

Por su parte, la ex secretaria general de la holding del BPE, Lorena Buitrón, señala que el paso inicial es la rectificación, “en un futuro veremos si hay que tomar otra acción adicional”.

Investigador

Un hombre acostumbrado a destapar “ollas podridas” y fraudes en el sector bancario, ha sido el periodista investigativo Alberto Donadío, quien en esta ocasión defiende la causa ecuatoriana.

Confiesa que la razón por la que acompaña a estas personas del BPE es por el contacto que ha tenido con ellas desde que empezó a escribir el libro “Los farsantes, Banco Andino: el fraude que nunca existió”, además porque “siguen siendo perseguidas y tratadas como delincuentes, señaladas como cómplices o directas o que trabajaron para un bandido, entonces el libro para ellas ha sido una reivindicación. No tengo relación económica con ellos”.

Según Donadío, el Gobierno de Colombia se gastó US$2,5 millones en abogados en este proceso contra el BPE, mientras que en el caso del Banco del Pacífico faltan $22 mil millones, US$9 millones, “esa plata dónde está, ¿por qué las dos investigaciones empiezan y la del Pacífico la archivan a los dos o tres meses y la del Andino sigue?”, concluyó.

Banco del Pacífico

Para Alberto Donadío, el caso del BPE se hizo “para tender la cortina de humo de un escándalo en el Banco del Pacífico. Además si uno compara quienes trabajaban en el Banco Andino, Popular, banqueros, señoras como estas y unos tipos de más alto rango, pero ninguno político; y en el Pacífico: Luis Alberto Moreno, presidente de la junta de la casa matriz en Ecuador, político, representaba a unos accionistas norteamericanos que tenían el paquete más grande de ese banco; Luis Fernando Ramírez que fue ministro de Pastrana; Camilo Gómez, personajes que sí son políticos; el presidente de la junta de ese banco en Colombia era Fernando Londoño, consta que se hizo dar a través de la oficina de Panamá un préstamo de US$8 millones para comprar las acciones de Invercolsa con respaldo de un apartamento en Bogotá y dos caballos”, afirmó.

Según el periodista, la acusación no tuvo fundamento. Primero porque el BPE estaba intervenido desde mayo por la Superintendencia Bancaria, luego el Fogafin nombra un liquidador que se encarga de cobrar la cartera, liquidar activos y pagar los clientes, y por ley es la única persona que tiene derecho a intervenir. “En ese inventario que hizo la Superintendencia no se registró ningún faltante de fraude, ni estafa ni nada, entonces no tiene lógica que entre mayo y septiembre que se hizo ese inventario, el Gobierno súbitamente haya hecho esas acusaciones”, señaló.

Añadió que después de que se hicieron las acusaciones de fraude en Miami, se presenta esa demanda y las autoridades del estado de la Florida niegan que eso sea cierto, pero posteriormente el ministro Restrepo insiste que sí lo hubo ante el Senado colombiano y que se robaron US$175 millones entre impuestos y ahorro de los clientes.

GUSTAVO PETRO, CONGRESISTA COLOMBIANO NOVIEMBRE 14, 2006

eltiempo.com

A continuación una columna de opinion de D'Artagnan, el columnista más leido en Colombia, publicada en El Tiempo de Bogota el 14 de noviembre pasado.
Por otro lado, Gustavo Petro fue nombrado el Personaje del Ano 2006 por los lectores de El Tiempo, el diario de mayor circulacion en Colombia. Petro es considerado hoy por hoy el lider de la oposicion al gobierno de Uribe y el más visible presidenciable para las elecciones del 2010.

Gustavo Petro escribió un libro sobre el Caso Banco del Pacífico que
es el complemento al de LOS FARSANTES. Petro asevera que las demandas planteadas por el gobierno colombiano, y especialmente aquella en Miami, fueron actos deliberados y malintencionados contra BPE con el propósito de distraer la opinión pública colombiana, o sea, una cortina de humo para tapar los delitos cometidos por amigos del presidente en Banco del Pacifico Colombia.

eltiempo.comColumnistas y Editorial

Colombia –14 de noviembre de 2006

TORRE

Gustavo Petro: el mejor

D'Artagnan. Columnista de EL TIEMPO.

Más columnas de

En la razón y no en los insultos radica la consistencia de este parlamentario.

Orgulloso militante del Polo Democrático, es difícil encontrar que un congresista como Gustavo Petro hubiera realizado, este año, una mejor acción en el ámbito de los debates parlamentarios. Aparte de haber estudiado e investigado cada caso, su participación tuvo efectos concretos. Específicamente al destapar esa olla podrida de la política amangualada con el paramilitarismo.

No era su propósito buscar que los congresistas comprometidos hasta la coronilla con los 'paras' terminen pudriéndose en una cárcel, y así lo dijo: al fin y al cabo, son seres humanos de carne y hueso. Pero su victoria radica en que la razón estaba de su lado.
Que sus denuncias no eran montadas ni falsas, ni sus graves acusaciones resultaron infundadas. Es ahí, en la fuerza de la razón y no en el aullido de los insultos, donde radica la consistencia de un parlamentario que, además, ha brillado por su oratoria, entre tanta mediocridad verbal. Uno puede compartir o no sus posiciones ideológicas, pero lo que es innegable es que se trata de un expositor argumentado y de un hombre valiente, como lo demostró de sobra cuando el escándalo del Banco del Pacífico contra el Banco Andino.

Es curioso que esta nota coincida con el Congreso del Polo convocado ahora, en donde ya existen tendencias casi antagónicas, como las de Lucho Garzón con el propio Petro. Y aunque ignoro si se trata de una convención para medir fuerzas internas, lo que es claro es que, hoy por hoy, Petro tiene gente y tiene Partido, en tanto que el Alcalde, que fue elegido por esta colectividad, cada vez se muestra más distante de ella.

La verdad es que las recriminaciones que sus opositores le hacen a Petro son baladíes, por no decir estúpidas. Que fue guerrillero. Que fue del M-19. Que tiene, por consiguiente, las manos untadas de sangre. Esto último él ya lo desvirtuó y el hecho de que haya estado en la clandestinidad política, como Antonio Navarro, Rosemberg Pabón, Vera Grabe y otros más, no es una debilidad -según pretenden enrostrársela sus contradictores-, en la medida en que el Estado (encarnado en el gobierno de turno, en ese entonces la Administración Barco) aprobó en el Congreso una amnistía, justamente para incorporar a tales insurgentes a la vida civil.

Dichas figuras, como la amnistía y el perdón judicial, no se acogen porque sí ni a las volandas, sino por la conveniencia de hacerlo en un momento crucial. Si se quiere, porque predominó un interés público y político, por encima de los actos violentos en que el 'eme' había incurrido años atrás. ¿No es, acaso, eso lo que se busca con el Eln y aun con las Farc? ¿O con el mismísimo paramilitarismo? Aludo, claro, a los 'paras'; no a los políticos-paramilitares, que son muy otra cosa.

Petro, además, ha cambiado de estilo y de lenguaje. Ya dejó el sonsonete de "ustedes los ricos" o "los oligarcas", por frases más convincentes y con sustento. Ojalá hubiera más Petros en el Congreso, y también más Jorges Enriques Robledos, y más Piedades Córdobas, a quienes lo máximo que pueden endilgarles es que "son chavistas", como si se tratara de un pecado mortal.


(Yo no lo soy, porque considero que, aparte de populista, Chávez es gran desestabilizador regional, y por eso en Ecuador posiblemente va a triunfar el populismo de derecha con Novoa, y no el de izquierda con Correa. Es decir, por la inaceptable injerencia chavista en la soberanía interna de otros países).

Por lo demás, poco y nada tiene que ver este escándalo que apenas comienza con el llamado proceso Ocho Mil. Mientras en este se cometieron toda clase de vejámenes, arbitrariedades e injusticias por parte de la Fiscalía, aquí lo deseable es que cada sindicado tenga derecho al debido proceso, frente a las investigaciones de la Corte Suprema. Sin necesidad de estrujarlos en asfixiantes cuartos con voces distorsionadas, como se hizo, so pretexto de escudriñar hasta los tuétanos a muchos de los presuntos involucrados con el Ocho Mil.

sábado, 4 de noviembre de 2006

ARTICULO EL ESPECTADOR: EL BANQUERO LANDES CONTRAATACA NOVIEMBRE 4, 2006


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El banquero Landes contraataca

Desde una celda en Costa Rica y en huelga de hambre, el hombre fuerte de los bancos Andino de Colombia y Popular del Ecuador, denuncia a altas figuras colombianas por un supuesto montaje para tapar la crisis de otra entidad bancaria que nunca fue investigada.

Por Pastor Virviescas Gómez / Especial para El Espectador San José de Costa Rica

sábado, 04 de noviembre de 2006

La neblina sólo deja ver las difusas letras de neón rojo que aparecen, a la distancia, en lo alto del Banco Popular de Costa Rica. Pero más que una esperanza, se convierten en la pesadilla de Nicolás Landes, porque le recuerdan sus días de prosperidad, mientras permanece tras las rejas.

Ex propietario de los bancos Popular de Ecuador y Andino de Colombia, Landes está recluido en la cárcel de San Sebastián, en el oeste de San José, esperando convencer a las autoridades de ese país para que no lo extraditen a Ecuador.

Lleva 83 días (si la publicación es el domingo 28 de octubre) de huelga de hambre. Su rostro, escuálido, refleja el rigor de tal decisión. También sus manos heladas, una tos persistente y el olor a humedad que desprende su ropa.

Acompañado de un guardia que le cuenta los pasos, avanza lentamente hasta la oficina del director de la prisión, donde atenderá esta entrevista en la que insiste en que se trata de un atropello y señala a personalidades colombianas que en su opinión están detrás del plan para verlo hundirse en el infierno.

En Colombia, Landes fue acusado de haberse apropiado de 115.000 millones de pesos de impuestos que el Banco Andino estaba autorizado a recaudar, pero el juez 45 Penal del Circuito de Bogotá acaba de absolverlo, precisando que no hubo fraude ni ilícitos y que el liquidador devolvió la totalidad de los impuestos.

Landes conserva su lucidez y recuerda al detalle las circunstancias de su caso, que lo llevaron a huir de Panamá para luego caer detenido en Costa Rica con un pasaporte falso cuando el 22 de junio de 2005 viajaba rumbo a Canadá a pedir asilo.

Asegura que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias su protesta, de la que tienen conocimiento la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y las propias autoridades costarricenses, pero que a Ecuador no regresa vivo, porque allí teme que los jueces de ese país que ha tenido diez presidentes en diez años, lo conviertan en el chivo expiatorio de la crisis y lo condenen por delitos que no ha cometido.

Algún día lo tuvo todo y hoy está en la ruina. ¿Se siente miserable?

Este proceso ha sido gradual y un descender de un nivel malo a otro peor durante siete años consecutivos y llegar a la cárcel parecería como el último peldaño en esa escalera. Uno se cuestiona muchas cosas, desde qué hice mal o por qué estoy aquí, hasta qué es lo importante en la vida. Se llega a la conclusión de que muchas cosas que uno valoraba son efímeras y que muchas amistades y parentescos eran solamente para las épocas buenas, y a la vez aprecia a quienes se han mostrado consecuentes y están haciendo todo lo posible por ayudar. Uno también se pone en perspectiva y dice 'yo estoy pasándola mal, pero otros están peor'.

Luis Alberto Moreno -director del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)- en un carro blindado en Washington y usted arruinado y tras las rejas. ¿Qué siente?

De las cosas que se aprenden en la cárcel a es a dejar eso de lado, porque lo único que uno gana si enfoca así las cosas es amargura. Quejarse de los que me hicieron daño y que hoy siguen viviendo una vida sin ningún problema también es una fuente de amargura. Uno tiene que enfocarse a ver cómo endereza su propia vida y que Dios se encargue de la situación del resto. Allá ellos con su conciencia y tal vez él les haga justicia a su modo.

¿No acepta otra alternativa que salir de prisión e ir a Canadá?

Aunque no se dice de esta agua nunca beberé, Ecuador no está en mis planes.

Pensemos que se lo llevan mañana en un avión a Ecuador, ¿qué pasaría?

No sé, tengo mi recelo porque durante siete años distintos Gobiernos con la complicidad de medios de comunicación han repetido un mensaje de odio y de venganza que es tan profundo, que uno no sabe hasta qué punto eso haya calado entre personas que quieran entonces ver en mí la fuente de los problemas que atraviesa el país. Eso es lo que ha vendido el Gobierno.

La información contable que cita el juez colombiano Luis Hernando Calixto Paipa para absolverlo en septiembre pasado, ¿estaba disponible antes de que lo acusaran el ex ministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo y la directora de la DIAN, Fanny Kertzman, o solamente surgió después?

Estaba disponible mucho antes, porque en el Banco Andino la Superintendencia Bancaria hizo un estado financiero antes de entregárselo al liquidador. Esos documentos estaban listos en julio de 1999 y la demanda escandalosa que puso Colombia en Miami, por intermedio de Restrepo y Kertzman, fue el 9 de septiembre. Pasaron seis semanas desde que esos documentos contables estaban a disposición de las autoridades.

Entonces esta es una demanda puesta con premeditación y mala fe, por parte del Gobierno colombiano, con el ánimo de hacer de mí un chivo expiatorio y distraer la atención de los problemas del Banco del Pacífico de Colombia y la vinculación con ese banco de altos personajes del Gobierno como Luis Alberto Moreno y los ex ministros Luis Fernando Ramírez y Fernando Londoño Hoyos.

¿Qué sucedió con los empleados que tenía el Banco Popular del Ecuador cuando se produjo la acusación de Restrepo y Kertzman?

Como dijo Kertzman en el debate en el Congreso colombiano en diciembre de 1999, fue gracias a esa demanda que el Gobierno ecuatoriano cerró al Banco Popular. Ella lo proclamaba con orgullo como un logro. El resultado para los más de 800 empleados del Banco en Ecuador fue que en pocos meses todos ellos fueron despedidos. Se les causó mucho sufrimiento y daño.

La DIAN reconoció en 2005 que el Banco Andino le devolvió todos los dineros de impuestos recaudados, pero que en cambio el Banco del Pacífico le quedó debiendo más de $22.000 millones. ¿Dónde está esa plata? ¿Quién investiga el faltante?

Esa siempre fue la gran ironía, los dos bancos fueron intervenidos el mismo día, ambos debían cifras importantes a la DIAN, pero desde un inicio el liquidador del Banco Andino le dijo a la Fiscalía que esperaba pagar el cien por ciento, y mientras tanto su colega liquidador del Pacífico, anticipaba que no lo pagaría. Sin embargo la Fiscalía archivó la investigación del Banco del Pacífico, nunca procedió ni se dio ningún tipo de acción jurídica contra el Banco del Pacífico y que yo sepa, nunca se realizó una investigación.

La razón es por demás obvia: había demasiados vínculos políticos con ese banco y era necesario una cortina de humo, llámese Banco Andino, para que la liquidación del Pacífico pasara desapercibida e inclusive seis años más tarde, cuando la DIAN publicita que perdió una cifra importante con el Banco del Pacífico, eso no generó comentarios periodísticos ni declaraciones de autoridades.

Las acusaciones que llevaron a la quiebra del Banco Popular del Ecuador son falsas según la justicia colombiana ¿Cuánto valdría hoy ese banco si estuviera funcionando?

El Banco Popular tenía un patrimonio del orden de 100 millones de dólares en el momento de la crisis, pues hoy valdría un múltiplo de eso. Sería un banco de gran valor económico.

La única entidad financiera intervenida en esa crisis que devolvió toda la plata a sus ahorradores fue el Banco Andino, sin generar pérdidas para el Estado colombiano. ¿Cómo explica entonces que sus directivos fueron acusados en el Senado, en la Cámara de Representantes, en la Fiscalía General y hasta en una Corte de Miami?

Qué pena seguir repitiendo, pero la única explicación para que un banco que no les costó un centavo al Estado colombiano, que devolvió no sólo a la DIAN sino a todos sus depositantes el cien por ciento de sus haberes, es porque detrás de eso hubo una intencionalidad política. En el caso del Andino cuando se pidió auxilio de Fogafin porque había una circunstancia ajena a su control como la crisis ecuatoriana, la explicación fue que el banco era demasiado pequeño para merecer apoyo de Fogafin, pero no fue demasiado pequeño para que despilfarren tres millones de dólares en honorarios de abogados en Miami y nos causen un daño irreversible e impagable a los ejecutivos del banco que fueron acusados, a mí personalmente, y a los 2.000 accionistas y 800 empleados del Banco Popular que también tuvieron que pagar los platos rotos por esa iniciativa política. El Banco Popular estaría operando el día de hoy si no hubiese sido por la demanda que puso el Estado colombiano en Miami. Lamentablemente las autoridades ecuatorianas actuaron como si esa acusación ya fuese comprobada, y primero cerraron el banco y luego el Estado ecuatoriano, ya dueño del banco, fue a Miami a decir 'aquí no hubo un centavo ilegítimo', porque la acusación era que se había sacado plata para enviar a Ecuador vía Miami. Pero eso lo dijeron después de que habían cerrado el banco, no antes.

¿Cuánto les costaron a los contribuyentes colombianos las acusaciones que presentó el Gobierno de Andrés Pastrana contra usted y otros banqueros?

La punta del iceberg que se conoce era de tres millones de dólares en honorarios pagados a una firma de abogados en Miami, pero digo la punta porque eso no cuenta los gastos de abogados contratados en Colombia, la investigación que hizo la Fiscalía, el abogado que contrató la DIAN como parte civil en el juicio penal que inclusive continuó después que la DIAN declaró que había cobrado el cien por ciento. Esto ha sido un gasto de muchísimos millones y lo que es peor, lo hicieron a sabiendas de que la DIAN iba a cobrar por las buenas y sin que le costase un centavo.

¿Sabe si la DIAN apeló el fallo del juez Calixto Paipa?

Sería el non plus ultra de la arrogancia y el despilfarro.

¿Cómo explica que el Gobierno ecuatoriano en lugar de defender a un banco de su propio país, terminó atacando a las víctimas?

Así como había altos funcionarios del Gobierno colombiano vinculados al Banco del Pacífico, también los había en Ecuador, a tal punto que el superintendente bancario era el ex director jurídico del Banco del Pacífico, su sucesor era un ex miembro de la Junta Directiva y el hermano del presidente Gustavo Noboa, también era ex miembro de la Junta Directiva. Entonces estos personajes fueron quienes aprovecharon y colaboraron con sus socios colombianos la crisis que se desató a raíz de la demanda que puso el Estado colombiano en Miami. En vez de respaldar a uno de los principales bancos del país frente a una acusación falsa por parte de Colombia, le acabaron. Esta gente prefirió causarle un daño al país, a los accionistas, a los empleados y transitoriamente a los clientes, porque ellos también cobraron el cien por ciento de sus depósitos.

El único de los bancos ecuatorianos que entró en problemas y que no fue puesto en liquidación, fue el Banco del Pacífico, porque fue recapitalizado con 300 millones de dólares de fondos del Estado. Los demás bancos fueron liquidados. El Banco del Pacífico sigue operando hoy, nunca fue sujeto a una auditoría, a una fiscalización o a un examen jurídico. Era un consorcio de personajes públicos en ambos países protegiendo sus vínculos con esta institución.

Restrepo y Kertzman acusaron de fraude al Banco Popular del Ecuador. ¿Consultaron a la Superintendencia Bancaria de ese país antes de hacerlo?

Cómo se explica que Fanny Kertzman hubiese viajado en el mes de julio de 1999 a Estados Unidos pero no habló con las autoridades bancarias del Estado de la Florida, que era el responsable del Banco Popular. De igual manera no hizo ningún contacto con las autoridades bancarias ecuatorianas.

Si hubiese preguntado a la Superintendencia ecuatoriana si había algún indicio de que se había cometido un fraude, la respuesta habría sido no.

¿Por qué las demandas contra usted y contra el Banco Popular del Ecuador las presentaron el Ministro de Hacienda y la directora de la DIAN? ¿Por qué no lo hizo la Superintendencia Bancaria que es la entidad que vigila los bancos en Colombia?

La Superintendencia Bancaria, como lo demostraron los testimonios que dieron ante el juez Calixto Paipa, sabía que no había fraude en el banco. Como entidad profesional y conocedora de la materia, ellos no podían prestarse a rendir un falso testimonio. Lo que hicieron, que no deja de ser un pecado, es que se convirtieron en encubridores porque permitieron que el Ministerio de Hacienda y especialmente la DIAN, desconocedora del sistema bancario, fuese a presentar esa acusación.

¿Quiénes se beneficiaron con las acusaciones que hicieron contra el Banco Andino?

Quienes sacaron provecho de esta cortina de humo son aquellos que pudiesen haber sido investigados por irregularidades en el Banco del Pacífico y sus nombres han sido destacados a través de las publicaciones en El Espectador y Semana. Son los mismos personajes que tuvieron cargos en la junta directiva o aquellos que fueron representantes de los accionistas y ahí estamos hablando de Luis Alberto Moreno, Luis Fernando Ramírez, Jacky Bibliowicz, Fernando Londoño Hoyos, que luego se descubrió había tenido unos préstamos irregulares en el banco, pero nada de eso fue investigado en su momento.

En 1999 el ex ministro Restrepo afirmó que en el Banco Andino hubo "un caso mayúsculo de dolo, de fraude, de sifoneamiento de recursos hacia el exterior". La decisión del juez Calixto Paipa dice que no hubo delitos pero no ordena procesar a quienes según eso se inventaron las acusaciones. ¿Es el turno de que los acusadores pasen al banquillo de los acusados?

Cuando queda comprobado que hubo un temerario abuso de poder, es hora de que se establezcan responsabilidades. Restrepo jamás ha reconocido su error. Llegó el momento de que ellos se sienten del otro lado y expliquen por qué abusaron del poder, despilfarraron dineros públicos y causaron tanto daño.

¿Qué espera usted de Costa Rica?

Que las autoridades judiciales como las del poder Ejecutivo abran los ojos, porque parecería que tuvieran un compromiso con Ecuador de extraditarme a como de lugar, lo cual va contra la tradición que tiene Costa Rica de ser un Estado de Derecho y, más que nada, un país protector de los derechos humanos y especialmente con este Gobierno actual, cuyo presidente -Óscar Arias- hace mucho énfasis en los derechos humanos. En mi caso Costa Rica está a punto de cometer una gravísima violación y lo está haciendo a sabiendas, porque yo le he escrito cartas al presidente, se le ha presentado toda la documentación a las instancias del Poder Judicial y hasta ahora no hemos encontrado ninguna respuesta. La Corte Suprema costarricense se equivocó en su fallo y lo correcto y lo humano es admitirlo, tener en cuenta la nueva información que amerita cambiar el fallo y negar mi extradición.

¿La huelga de hambre hasta las últimas consecuencias, no importa cuáles sean?

La huelga de hambre, la fe y el optimismo hasta el último día. Sigo peleando esperanzado y estos últimos fallos en Ecuador y en Colombia me han dado una gran cantidad de aliento y la gente que me apoya también. Esto no puede acabar en una derrota sino bien y ya ponerle fin a estos siete años de dolor. He sufrido demasiado, mi familia ha sufrido demasiado, hemos pagado un precio enorme por delitos que no se han cometido y que de hecho nunca existieron. Este es el momento de ponerle punto final y por eso no declino mi huelga de hambre y continuaré tantos días como sea necesario…