Cartas diario HOY

Banco Popular

Reciban la más cordial felicitación por el artículo: "Popular: caída se fraguó en Colombia". Es grato comprobar que un periódico del prestigio de diario HOY realice periodismo de investigación y publique la verdad sobre lo ocurrido con el Banco Popular. Solamente conociendo la verdad la opinión pública podrá hacer un juicio de valor y sin la menor duda, llegará a la conclusión de que el señor Nicolás Landes está injustamente detenido tras una perversa persecución de tantos años.
Margarita Donoso

Banco Popular

Soy una ex-funcionaria del Grupo Financiero Popular. Les quiero agradecer y felicitar por el reportaje. Es indispensable que en el país se refuerce el periodismo investigativo. Para los que fuimos colaboradores del Grupo Financiero Popular, nos resulta inverosímil ver como el Gobierno, entes investigativos y el periodismo en general han dejado que este caso pase sin ser investigado profundamente.
No puede ser que en el país, casi nadie se apersone del tema, cuando en Colombia el periodista reconocido por su seriedad y profesionalismo Alberto Donadio y el Senador Petro le piden cuentas al Gobierno colombiano; en Ecuador no ocurre lo mismo. Pues hay varias vías y pautas para poder dar con el fondo del problema.
Alicia Abril A.

Responsables del cierre de Banco Popular se hallan en Colombia

Hago llegar a usted las felicitaciones más efusivas por la publicación de su Diario sobre los antecedentes del cierre del Banco Popular del Ecuador. El informe contiene datos ciertos y comprobados, presentados de manera clara y concisa.
Acertadamente concluye el artículo que no se ha investigado a los verdaderos responsables del colapso del banco. Esos responsables están en Colombia. Su Diario ha dado en el Ecuador el primer paso para desenmascarar la realidad de este atropello inaudito del Gobierno de Colombia contra el Ecuador.
Las víctimas del cierre arbitrario de una institución sana son sus directivos, empleados y accionistas, pero hay otra víctima que debe hacerse sentir: el Gobierno del Ecuador.
Colombia se entrometió abusivamente en los asuntos internos del Ecuador al acusar a un banco ecuatoriano de hechos delictuosos inexistentes, causando un pánico económico e ingentes pérdidas a ecuatorianos. Este acto ordenado por el Gobierno del presidente Andrés Pastrana fue una intromisión en la soberanía financiera del Ecuador. La suerte de las instituciones financieras ecuatorianas solamente puede decidirse en el Ecuador por ecuatorianos.
En este caso, sin embargo, fueron funcionarios corruptos del Gobierno de Pastrana los que ordenaron desde Bogotá el cierre de una institución financiera con sede en Quito. Está demostrado hasta la saciedad que antes de la acusación falsa de Colombia, las autoridades competentes ecuatorianas no habían formulado contra el Banco Popular ninguno de los cargos que lanzó sin fundamento el Gobierno de Pastrana. La demanda contra Colombia que propone el ex superintendente de Bancos Miguel Dávila sería apenas el primer paso para reclamar contra Colombia por este atropello contra el Ecuador.
Usted sabe, como lo sabemos todos los colombianos, que Colombia jamás se habría atrevido a acusar a un banco venezolano, ni en el Gobierno de Hugo Chavez ni bajo ningún Gobierno. Es hora de que en el Ecuador se tome conciencia de este acto de terrorismo financiero provocado por el Gobierno de Colombia para que Colombia responda por la agresión y paguen los verdaderos responsables. Hasta ahora, triste e inexplicablemente en el Ecuador se ha perseguido a las víctimas de la agresión colombiana, no a los victimarios y verdugos.
Alberto Donadio, Bucaramanga, Colombia


Más sobre el Banco Popular

Permítanme felicitar a BLANCO Y NEGRO por la investigación que han llevado a cabo. Como ustedes mismos se habrán dado cuenta, hay mucha verdad no dicha y mucha mentira que, a costa de repetición, ha calado como certeza en el criterio del público. Lamentable por cierto.
Es nuestra esperanza, como ex funcionarios del Banco Popular del Ecuador, que las páginas de la prensa seria de este país, logren en alguna medida comunicar con imparcialidad, profesionalismo y responsabilidad, aquello que es tan difícil decir: la verdad simple y llana, tal como es.
Sara Paulina Muñoz Valencia