Nicolás Landes se defiende desde el ex penal
Por las cinco acusaciones que se procesan en su contra, el ex presidente del Banco Popular puede ser condenado a siete años de prisión
Por Felipe Burbano de Lara - Especial para HOY/ Apoyo editorial: Milton Arroba - Redacción Quito
En una celda del Pabellón A del ex Penal García Moreno, el ex presidente ejecutivo del Banco Popular del Ecuador (BPE), Nicolás Landes, prepara su defensa para enfrentar cinco juicios penales aún pendientes en su contra. La celda tiene dos literas, una pequeña mesa con dos sillas, un inodoro, un lavabo, una pequeña refrigeradora, una televisión y una ventana con mallas y rejas, todo en unos
La vida de Nicolás Landes dio un vuelco súbito, inesperado, hace ocho años. Se volvió un largo drama para defenderse de una serie de juicios en su contra y para evitar ser extraditado desde los países por donde peregrinó -Estados Unidos, Panamá y Costa Rica- después de su destitución como presidente ejecutivo del BPE. Se descalabró una vida marcada por el éxito profesional, la prosperidad económica y el anhelo de crear un grupo financiero ecuatoriano con proyecciones regionales. El drama de Landes se produjo como consecuencia de una cadena de acontecimientos que empezaron en Colombia, pero que luego se enredarían con la peor crisis financiera que haya enfrentado el Ecuador a lo largo del recordado año 1999.
Lo que no se recupera
El primer encuentro con Landes impacta. Fue en el corredor del tercer piso del Pabellón A, donde se halla la celda n.° 10. Se lo ve muy delgado aunque algo repuesto de las imágenes que mostró la prensa apenas llegó al Ecuador, extraditado desde Costa Rica a fines de diciembre. Landes mantuvo en ese país una huelga de hambre de 122 días con el propósito de atraer la atención de
La conversación empieza sentados en las máquinas del gimnasio Gato’s Gym en el tercer piso del Pabellón A. Hay un anuncio pegado en la pared que roba la atención de los visitantes: “Interno que no esté al día con la inscripción no podrá usar las máquinas del gimnasio. Reclamos celda
Landes es preciso y claro cuando habla. Se apoya en documentos para sostener sus afirmaciones y evita en todo momento especular. Tiene la precisión de un hombre que dedicó su vida entera a los negocios financieros. Parece tranquilo en medio de las circunstancias adversas. Dice que recibe muchas visitas de ex empleados del banco que le vienen a expresar solidaridad y apoyo. Esos gestos le dan fuerza para enfrentar solo a la “maquinaria estatal”. Durante largos ocho años no hizo otra cosa que defenderse de los juicios y de las extradiciones en su contra. No pudo trabajar ni generar ingresos. Su vida familiar se descalabró. En septiembre de 2004 murió su padre en Guayaquil; él no pudo asistir al entierro. Se ha perdido los mejores años de vida de sus tres hijos. “Es lo más duro, no tiene recuperación”, dice. Ahora su objetivo es “contar la verdad de los hechos”. “Mi defensa es sobre todo ante la opinión pública”, afirma en tono tranquilo. Siente urgencia de que su versión pueda ser expuesta a través de los medios de comunicación. Está consciente de que ha sido estigmatizado como “banquero corrupto”, convertido “en un chivo expiatorio”. “Lo que me queda es transmitir la verdad”. La tarea no será fácil. Juegan en su contra -dice el propio ex banquero- el ambiente político del Ecuador, algunos periodistas convertidos en defensores de la moral pública y el temor de los jueces a actuar con independencia.
Conspiración colombiana
La tesis del ex banquero para explicar la caída del BPE, el cuarto en importancia en el país al momento de la crisis financiera de 1999, con cerca de 40 mil clientes, es bastante sencilla: una jugada del Gobierno colombiano en contra suyo y del Banco Popular para lanzar una cortina de humo sobre los escándalos del Banco del Pacífico en Bogotá, cuyos directivos -íntimamente vinculados al Gobierno de Andrés Pastrana- realizaron operaciones crediticias oscuras. Para llegar a esa conclusión ha reconstruido los hechos ocurridos desde el cierre de las subsidiarias de los bancos Popular -Banco Andino- y del Pacífico -Banco del Pacífico- en Bogotá a raíz del feriado bancario decretado por el Gobierno de Mahuad, en abril de 1999. Las dos subsidiarias no pudieron soportar el retiro masivo de depósitos que siguió al feriado bancario.
El Banco Andino -subsidiario del BPE- cerró sus puertas el 20 mayo de 1999. Tres semanas después del cierre, el Banco y Landes fueron acusados de un presunto fraude por $175 millones en contra de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) de Colombia. La acusación sostuvo que el Banco Andino había transferido de manera ilegal esos recursos a su matriz en Ecuador. Cuatro meses después -el 9 de septiembre de 1999- el Gobierno colombiano presentó ante una Corte Federal de Miami una demanda civil en contra de Landes y el BPE por el mismo motivo.
Landes no se explica cómo la acusación fue tramitada en un tiempo tan corto. Lo cierto es que el mismo día en que fue presentada, la jueza federal Patricia Seitz ordenó el cierre inmediato de
Desde la incautación de fondos en los EEUU, los acontecimientos se produjeron con enorme rapidez. Un día después, el 10 de septiembre, Landes fue destituido de su cargo de presidente ejecutivo por decisión del entonces superintendente de Bancos, Jorge Guzmán, a quien retrata como uno de los responsables de la caída del Banco. “Nunca creí” -dice Landes- “que su objetivo era quebrarle al banco”. Narra una serie de acciones en contra del Popular desde la Superintendencia que apuntaban a desprestigiarlo deliberadamente en el país. Dos semanas después de ser destituido como presidente ejecutivo, el directorio de la AGD resolvió la expropiación del Popular sin ninguna compensación a sus accionistas. El 27 de septiembre se presentó la primera acusación penal en su contra; luego vendrían siete más. De las ocho acusaciones, tres han sido sobreseídas y cinco siguen vigentes, tres por el Fondo Visión. Por las cinco acusaciones en proceso, Landes puede ser condenado a siete años de prisión. Aún no ha sido establecida la fecha para la audiencia.
Condenado de antemano
Landes salió del país el 18 de septiembre con rumbo a Miami. Lo hizo -asegura- por el aeropuerto de Quito en un vuelo regular de American Airlines. Su objetivo era defenderse y defenderle al banco de la demanda planteada por el Gobierno colombiano ante
Cuando salió del Ecuador nunca pensó que el Banco Popular cerraría sus puertas ni que se plantearían en su contra ocho juicios. Su decisión de permanecer en el exterior se debió -dice él- a que se sentía condenado de antemano en el país. Pensó que desde fuera podía defenderse mejor. En la práctica, sin embargo, se vio siempre acorralado. Tenía juicios en su contra en Miami, Colombia y Ecuador. A los juicios civiles se unieron los varios pedidos de extradición del Gobierno ecuatoriano a cada uno de los países donde intentaba encontrar un refugio. El primer pedido, solicitado por el Gobierno de Gustavo Noboa a los EEUU, fue negado. Vino un segundo pedido de extradición presentado esta vez por el Gobierno colombiano. Los abogados de Landes le recomendaron que saliera del país. Había muchas deudas de Washington con Colombia por las extradiciones de narcotraficantes y podía llegar la hora de devolver los favores. En Colombia se quería la cabeza de Landes por el caso del Banco Andino. Decidió entonces viajar a Panamá, dado que nació en ese país y tenía pasaporte panameño. No se imaginó nunca, como ocurrió, un posible acuerdo entre los gobiernos de Ecuador y Panamá para su extradición. Su destino siguiente fue Costa Rica. Allí fue detenido por “uso de documento falso”. Cuando intentó salir a Canadá, con el propósito de solicitar asilo político, fue detenido en el aeropuerto. En Costa Rica permaneció preso durante 18 meses hasta que su extradición fue finalmente aprobada por las autoridades costarricenses.
Para Landes no todo ha sido una lucha infructuosa. Ganó los juicios planteados por el Gobierno colombiano. Las acusaciones en contra del Banco Andino fueron desvirtuadas completamente en enero de 2000. Sus triunfos confirman -según Landes- que hubo un montaje del Gobierno en su contra. Así también lo ha establecido el periodista Roberto Posada en un libro titulado Los farsantes, en el cual afirma que el fraude del Banco Popular en Colombia nunca existió.
Posada responsabiliza a las autoridades colombianas de haber quebrado al Popular en Ecuador y al propio Landes.
El alcance político de las acusaciones en su contra explica que su caso se haya discutido en dos ocasiones en el Senado colombiano. “Pablo Escobar era una niña de pecho a lado mío”, dice para dimensionar las acusaciones en su contra.
El segundo triunfo fue en los EEUU, donde la jueza federal de Miami, la misma que ordenó el cierre de la oficina del Popular y congeló los fondos del Banco, desechó, dos años más tarde, la demanda presentada por el Gobierno colombiano. La jueza reconoció su error. Lo hizo, sin embargo, cuando el daño estaba causado.
En noviembre de 2002, una Corte Federal de Apelaciones en Atlanta ratificó el fallo de
La subsidiaria del Banco del Pacífico en Colombia nunca fue investigada por las autoridades colombianas de la misma manera cómo se hizo con el Banco Andino, pese a que enfrentó problemas parecidos de liquidez como consecuencia del feriado bancario en Ecuador. Su explicación es que se usó al Banco Andino y a Nicolás Landes para lanzar una cortina de humo sobre lo ocurrido con el Banco del Pacífico. Landes se apoya en un libro del senador Gustavo Petro, titulado El caso del Banco del Pacífico, que concluye que la subsidiaria del banco ecuatoriano fue utilizada por Pastrana y sus amigos para financiar la campaña electoral. Él también sostiene que el Banco Andino fue convertido en un “chivo expiatorio”.
Incesantes reclamos de perjudicados
En noviembre de 2006, clientes del Banco Popular continuaban con sus reclamos en la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD). Entonces exigían que se les devolvieran sus depósitos en el fideicomiso Solidez.
El ex banquero Nicolás Landes se considera víctima de una “jugada” del Gobierno colombiano en contra suyo y del Banco Popular, con el propósito de lanzar una cortina de humo sobre los escándalos del Banco del Pacífico en Bogotá.
4 comentarios:
Dicen que la justicia tarda pero que llegue. Ojala que asi sea, y despues de tanto tiempo que se ha echado una cortina de humo sobre muchas cosas y se ha acusado a los directivos, empleados y funcionarios de lo que fue Banco Popular del Ecuador de corruptos, finalmente se sepa que lo unico que fuimos es un grupo de gente honesta, trabajadora, profesionales de primer nivel que creamos una entidad financiera de primer nivel.
Tanto los gobiernos de Colombia, Ecuador nos deben a los ex empleados del banco una indemnizacion que quizas no pueda ser medida en dinero, ya que el perjuicio que nos causaron no solo economico sino tambien a nuestra integredad personal, profesional y moral fueron infinitas.
Exigimos justicia y que este gobierno que tanto ha hablado de reformas, de cambio de constitucion, de justicia social, empieze por dar justicia a los inversionistas del Fideicomiso Solidez del Banco Popular. Los recursos estan ahi, los activos existen. El Banco Popular siguio generando flujo de caja positivo y utilidades aun despues de haber cerrado, aun despues que el triunvirato corrupto que llego del Banco Central del Ecuador bajo el comando de Miguel Davila rifaron y regalaron los mejores activos y de paso se enriquecieron.
Basta de proteger al Banco del Pacifico y a la oligarquia de Guayaquil.......suficiente cuota de sangre serrana se ha derramado tanto por parte de clientes, inversionistas, accionistas y empleados del Banco Popular.
Guayaquil, 28 de agosto de 2007.
LA COMISIÓN INVESTIGADORA DE LOS DELITOS BANCARIOS
El congelamiento de los ahorros y la dolarización –las dos cabezas del Atraco Bancario- empobrecieron a cientos de miles de ecuatorianos, pero un grupo de ciudadanos adquirieron enormes ganancias, para lo cual delinquieron. Uno de los principales temas de la campaña del Presidente Rafael Correa fue el Atraco Bancario, inclusive presentó un denuncia contra Jamil Mahuad, ya en el ejercicio del poder creó una Comisión para investigar estos delitos; y por ser este es un tema de interés nacional encargó la investigación a tres personajes imparciales (Eco. Eduardo Valencia, Dr. Ramiro Larrea Santos y Mons. Víctor Corral Mantilla) y con la suficiente probidad para lograr un trabajo objetivo, detallado y completo. Hace veinte días la Comisión entregó su informe.
Un emigrante me solicitó que Comente sobre el informe de la Comisión, pero se me está haciendo difícil atender el pedido de mi coterráneo. Es que no se ha hecho público el informe, que hace veinte días, entregó la Comisión, donde con toda seguridad debe constar, los nombres y las cantidades del inmoral e ilegal lucro:
De los abogados que cobraron cientos de miles de dólares a la AGD pero que no recuperaron la Cartera.
De los accionistas y empleados de los bancos quebrados que recibieron millonarias liquidaciones; uno del Banco del Pacífico recibió DOS MIL MILLONES de sucres. Este dinero fue entregado por todos los ecuatorianos a través del Banco Central.
De los funcionarios que alteraron el resultado de las auditorias realizadas a todos los bancos.
De los empleados de los bancos quebrados que pasaron a trabajar en la AGD.
De los funcionarios que usaban los vehículos de la Agencia para negocios particulares.
De quienes vendieron equipo caminero, que estaba operando, a precio de chatarra.
De quienes se lucraron con la pesca de los barcos atuneros incautados.
De los funcionarios de la AGD que compraban cientos de miles de dólares en Certificados de Depósitos a mitad de precio, en el noveno piso del edificio del Banco del Progreso, y que luego cobraban por ventanilla al cien por ciento.
Del gerente de la AGD que se llevó un cuadro por el que -según dijo- sentía afecto, pero que tenía un valor de QUINCE MIL dólares; funcionario que negó el pago a los clientes de INVIDEPRO.
Del Superintendente de Bancos que se hizo pagar en Filanbanco y sin descuento, sus Certificados del Banco del Progreso por UN MILLÓN de dólares.
De los empresarios que liquidaron sus deudas con la AGD por UN MILLÓN DOSCIENTOS MIL dólares con un terreno avaluado en NUEVE MIL dólares.
De la gerente de la AGD que a última hora ordenó no tomar para la Agencia las empresas eléctricas de Guayaquil, pese a que estaba lista la operación, e inclusive se contaba con la aprobación del Administrador del fideicomiso extranjero.
De las personas que administraron la AGD y que están siendo juzgadas por peculado, y el monto de las demandas.
De los accionistas de los bancos quebrados que actualmente administran y se ganan cientos de miles de dólares en empresas agroindustriales de la AGD que ya debieron ser vendidas.
El presidente Rafael Correa, quiere pasar a la historia como el fundador del nuevo Ecuador, pues está equivocado si pretende levantar un nuevo Estado sobre la miseria que creó el Atraco Bancario, las heridas siguen abiertas y la solución no está en mirar para otro lado, se tiene que compensar el daño causado por la apropiación arbitraria del dinero de los ecuatorianos directamente de las cuentas bancarias.
El economista Walter Spurrier, declaró al diario LA HORA, el 24 del mes en curso, que “El feriado bancario era una de las alternativas válidas para el momento que se vivía”, que está equivocado está al querer hacer creer que el ROBO es una medida económica, el robo siempre será un delito.
Entonces ya que han pasado veinte días desde que la Comisión que investigó los delitos bancarios entregó su informe, no se qué está esperando el presidente Rafael Correa para hacerlo público, o acaso lo estará usando como medida de negociación política, lo que en cristiano se llama chantaje, demandamos una demostración de transparencia en este tema tan importante para miles de familias ecuatorianas.
Nicolás Brito Grandes
Teléfonos. 2340916 – 091723804 e-mail: nbrito11m98@hotmail.com
Tomado de www.elnico1962.spaces.live.com
Guayaquil, 25 de septiembre de 2007.
Carta Abierta
SEÑOR PRESIDENTE RAFAEL CORREA
La Eco. Wilma Salgado, en su paso por la AGD, incluyó en la lista de deudores morosos a personas con deudas muy pequeñas y a otras que no debían a los bancos cerrados, también dispuso orden de arraigo en su contra y prohibición de enajenar, y publicó sus nombres en diferentes periódicos pese a que conocía sus direcciones domiciliarías. No respetó sus Derechos.
La Dra. Alejandra Cantos, cuando fungió de Gerente General de la AGD, por ser Juez de Coactiva, en ciertos casos tenía la obligación de declarar "de plazo vencido" las deudas, pero no lo hizo. Por lo contrario, en un caso la reestructuró en dos ocasiones y en otro no cobró.
En agosto remitimos una comunicación al Eco. Ricardo Patiño, Presidente del Directorio de la AGD, solicitando información sobre la situación de las deudas de estas empresas, las que hace mucho tiempo debieron ser vendidas por ser deudoras morosas de la AGD. Nunca nos contestó.
La Ing. Gloria Sabando, tampoco ha querido declarar "de plazo vencido" las deudas de estas empresas, pese a que hace meses ya se cumplieron las condiciones pactadas en el Contrato de Reestructuración. Se niega a cumplir con la obligación, de cumplir con la Ley, que adquirió bajo juramento cuando asumió el cargo de Gerente General de la AGD; luego del juramento, en caso de incumplimiento de su parte, acepto ser demandada. Le remitimos varias comunicaciones para hablar sobre estos temas pero nunca nos contestó.
En vista que la titular de la AGD no quiere hablar con nosotros, este mes presenté dos denuncias en su contra para que hable con los señores Ministro Fiscal General del Estado y Contralor General del Estado, y ante ellos asuma la responsabilidad que acarrea el incumplimiento de su obligación, al no cumplir con el mandato constitucional prescrito en el artículo 120 que dice "No habrá dignatario, autoridad, funcionario ni servidor público exento de responsabilidades por los actos realizados en el ejercicio de sus funciones, o por sus omisiones…". El proceder de la Gerente general de la AGD causó un menoscabo al patrimonio de la entidad a su cargo, en un claro beneficio a los propietarios de las empresas deudoras; esta es una conducta tipificada en el artículo 257 del Código Penal como PECULADO.
Parece que la defensa de la AGD carece de argumentos, porque el 21 de este mes a eso de las 17H30, en la esquina de Luque y Chile, en Guayaquil, se me acercó un sujeto que se movilizaba en el taxi No. 3091 y me dijo "Tú eres el que anda haciendo pendejadas y por eso te voy ha hacer guev…". Ese día estuve de suerte porque apareció un patrullero de la policía; sin embargo, pese a lo ocurrido seguiré adelante, hasta que la Gerente de la AGD cumpla con su obligación de cobrar las deudas y de pagarnos los intereses generados por nuestros ahorros, o hasta que la suerte se me termine.
NOTA: El 13 de noviembre del 2006 la Corporación Financiera Nacional reestructuró las deudas de una de estas empresas, por 4.5 millones de dólares, a 26 años de plazo.
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